Recientes episodios de violencia contra la Iglesia Católica, que incluyen el asesinato de un sacerdote y el intento de homicidio de un arzobispo, ponen nuevamente sobre el tapete la persecución contra la fe en México y el poder del crimen organizado.
El 22 de mayo, el sacerdote agustino Javier García Villafañe fue asesinado a bordo de su automóvil en la carretera Cuitzeo-Huandacareo. La Fiscalía General del Estado de Michoacán señaló que "fue asesinado de varios balazos".
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Días antes, el Arzobispo de Durango, Mons. Faustino Armendáriz, sufrió un intento de asesinato en la sacristía de la Catedral, luego de terminar la celebración de la Misa.
Además, en las últimas semanas se han registrado diversos casos de profanaciones y sacrilegios en distintas iglesias del país.
¿Es México aún un país católico?
Marcela Szymanski, doctora en Política Internacional y editora en jefe del Informe de Libertad Religiosa de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), recordó que México sufrió hace menos de 100 años, en la primera mitad del siglo XX, un episodio de intensa persecución religiosa contra los católicos a manos del gobierno mexicano.
Este episodio de la historia, conocido como "Cristiada", indicó, "sigue sin enseñarse en las escuelas, en los libros de texto gratuito. Nada sobre esta persecución religiosa".
Se conoce como "Cristiada" al periodo de persecución religiosa que sufrió la Iglesia Católica en México a inicios del siglo XX. Los ataques contra la fe detonarían en 1926 la Guerra Cristera, como se conoce al enfrentamiento armado entre católicos y el Ejército mexicano, que se extendió hasta 1929.
"Hubo muertes, violencia durante años", recordó Szymanski, en declaraciones a ACI Prensa el 25 de mayo.
"La gente sigue pensando y sigue sintiendo que México es un país católico", continuó, pero se cuestionó: "¿De dónde sale esta noción? Esta noción sale no solamente del hecho de que no saben que hubo persecución, sino también por el hecho de que hace cuarenta años México sí era un país católico, a pesar de las prohibiciones de ejercer o de vivir su religión en público y en privado".
Szymanski lamentó que desde "hace unos 30 años los matrimonios mexicanos se están desintegrando", al tiempo que las familias ya no mantienen una sólida formación católica y han abandonado la asistencia a la Misa dominical.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INEGI) para 2011 en México se presentaban 16 divorcios por cada 100 matrimonios. Para 2019, ya se registraban 32 divorcios por cada 100 matrimonios.
En 2021, se registraron 33 divorcios por cada 100 matrimonios en México.
"México se ha dejado llevar por la corriente anticristiana que viene desde Occidente. Los ataques que se hacen de vandalismo de las iglesias, de los edificios, los ataques a los religiosos, son siempre contra los católicos, no contra las 22 mezquitas que hay en el país", resaltó la experta.
"México ha perdido desde hace décadas la religiosidad familiar tradicional", añadió.
Para el año 2000, de acuerdo al INEGI, los católicos representaban el 89.7% de la población. 20 años más tarde el porcentaje disminuyó a 77.7%, mientras que se nota un aumento de cristianos protestantes y personas "sin religión".
Para Szymanski, en México "tenemos una mezcla importante de ignorancia con falta de cohesión social que hace que parezca natural o normal atacar a las instituciones, a la Iglesia Católica y todo lo que la represente".
"Se pierde la noción de que es un verdadero crimen, porque esto es algo que está protegido por las leyes mexicanas", precisó.
El poder del narcotráfico y los asesinatos de sacerdotes
Por su parte, el P. Omar Sotelo, director del Centro Católico Multimedial (CCM), recordó el 24 de mayo que "por más de 10 años México es el país más peligroso para ejercer el sacerdocio en toda América Latina, y es uno de los primeros lugares en todo el mundo".
Según un informe del CCM, entre 1990 y 2022 fueron asesinados 63 sacerdotes en México. Entre ellos, en 1993, el entonces Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Apenas en los últimos cuatro años, durante el gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador, nueve presbíteros han perdido la vida.
De acuderdo al informe "Misioneros asesinados en el año 2022" de la fundación vaticana Fides, México registró tres homicidios de sacerdotes el año pasado. Solo Nigeria registró un número mayor: Cuatro presbíteros asesinados.
"En teoría", dijo el P. Sotelo, México "no es un país que tenga problemas bélicos de guerra o algo así. Sin embargo, es uno de los primeros países en donde ejercer el sacerdocio es peligroso".
"En México hemos contabilizado por lo menos 25 o 26 iglesias que son profanadas, atacadas, robadas, saqueadas, violentadas en una semana", resaltó.
Para el P. Sotelo "es una clara señal de que el crimen organizado prácticamente ha rebasado a las autoridades".
También denunció que hay lugares en el país donde "no hay policías" porque el narcotráfico es quien gobierna esas zonas.
"El narcotráfico prácticamente se ha posicionado estratégicamente a lo largo del territorio nacional y sí han puesto en jaque a muchas de las autoridades", lamentó.
En esta situación de crisis, indicó, un sacerdote "trabaja 24 horas por 7 días de la semana" como un "estabilizador social", dando "auxilio, defensa, protección al migrante", así como en "servicios de salud".
"Los sacerdotes compiten contra el crimen organizado. Cuando eliminan a uno, envían dos mensajes muy fuertes: uno, si soy capaz de matar a un cura, puedo matar a quien quieran. Segundo, al eliminar a un cura no matan sólo a una persona, atentan contra toda esta comunidad y contra esta estabilidad", aseguró el P. Sotelo.
"Entonces se genera una narcocultura, una narcopolítica, una narcoeconomía", advirtió.
La permanente persecución contra la Iglesia
En declaraciones con ACI Prensa el 24 de mayo, Mons. Hércules Medina Garfias, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Morelia, recordó que él celebró la Misa de exequias del recientemente asesinado P. Javier García Villafañe.
El prelado señaló que la Iglesia Católica "desde los orígenes ha sido perseguida".
"Nuestro Señor, desde que estaba en el vientre de Su Madre, fue perseguido por Herodes, que mandó asesinar a los santos inocentes y la Sagrada Familia tuvo que huir a Egipto", indicó.
En la Biblia, precisó, "hay muchos pasajes de persecución de la primera comunidad cristiana. Los Apóstoles fueron perseguidos".
Ser perseguidos, subrayó, "es un buen signo de qué estamos haciendo las cosas bien, y es parte de nuestra historia".