Ante la posible modificación de la ley del aborto en España por la que las menores de 16 y 17 años podrían abortar sin el consentimiento paterno, el Observatorio de Bioética de la Universidad de Valencia ha advertido que "lejos de ser liberadora" pone a la adolescentes "en una situación de riesgo".
El actual gobierno de coalición entre PSOE y Podemos ha propuesto la posibilidad de modificar la ley del aborto en España, de esta manera las menores de 16 y 17 años podrían abortar sin el consentimiento paterno.
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Desde el año 2015 las menores de edad de 16 y 17 años necesitan permiso paterno para abortar. Las mujeres en España pueden abortar libre y gratuitamente en las primeras 14 semanas de gestación, y hasta la semana 22 en casos de graves riesgos para la salud de la madre o el feto y hasta el final del embarazo en el caso de que el feto tenga anomalías incompatibles con la vida o una enfermedad extremadamente grave e incurable.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, durante el año 2018 se practicaron 95.917 abortos en España; 310 de ellos entre las menores de 15 años, y 9.518 entre las jóvenes de 15 y 19 años.
El Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia (UCV) calificó esta medida como algo que "lejos de ser liberadora y promotora de los derechos de la mujer, pone a la adolescentes en una situación de riesgo".
Julio Tudela, director del Máster de Bioética de la UCV, aseguró que "privar a estas jóvenes de la necesidad de contrastar, en momentos de angustia, con personas que pueden ofrecerles alternativas, principalmente sus propios tutores o padres, significa ensanchar la autopista hacia el aborto y no va a contribuir para nada a reducir las cifras, que siguen siendo catastróficas y que se han incrementado este último año".
También recordó que numerosos estudios advierten que la práctica del aborto voluntario en adolescentes provoca secuelas de orden psicológico durante el resto de su vida, más aún, si el aborto se repite.
De esta manera subrayan que la posibilidad de sufrir trastornos es mayor cuanto antes se practique el aborto.
Por tanto, aseguraron que estas medidas "pueden tener consecuencias nefastas para la mujer habría que evitar realizarlas en fase de adolescencia e inmadurez porque los riesgos se incrementan en estos casos".
Justo Aznar, director del Observatorio de la UCV, aseguró que esta ley "conculca los derechos de los padres respecto de la educación de sus hijos, separa a los padres de su hija en un momento que puede ser el más difícil de su vida".
Aznar insistió en que "se están poniendo las medidas para facilitar el aborto cuando las medidas deberían centrarse en prevenir el embarazo adolescente para que no se llegue a estas situaciones".
Entre esas medidas animó a fomentar "la prevención con ayudas sociales, información y una educación sexual ajena a la actual, que únicamente está enfocada al hedonismo sin ver la profundidad del amor humano. Para evitar los abortos la juventud debe ser educada desde otra perspectiva".
Además aseguró que "pensar en lo que hay que hacer solo cuando se ha producido el embarazo no deseado es una política muy limitada y mal enfocada. Para evitar los robos lo importante no es el castigo o los medios técnicos que se pongan para impedirlo, sino no robar. El fondo de la cuestión es de un orden filosófico, antropológico, sociológico y teológico muy profundo; mucho más que la legislación respecto de abortar a los 16 años con el permiso o no de los padres. Esto amplía el horizonte de lo que significa la proposición de estas leyes en contra de principios muy elementales en la vida familiar y el bien de la sociedad".
Por eso el director del Observatorio de la UCV insistió en que el acompañamiento a la mujer es primordial, porque "en lugar de favorecer el aborto, que siempre es terminar con la vida de un ser humano, sea la que sea la edad de la madre embarazada, lo que debe hacerse es conceder ayudas sociales a estas jóvenes para que no tengan que recurrir al aborto y después puedan continuar con sus estudios".