La famosa actriz Megan Fox y su novio Colson Baker, conocido como Machine Gun Kelly, "están jugando con fuego" al someterse a un controversial ritual en el que beben sangre uno del otro, advirtió un sacerdote exorcista.
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Francisco Torres Ruiz, sacerdote de la diócesis de Plasencia y encargado del ministerio del exorcismo, señaló que el ritual que practican las dos personalidades del cine y la música "es bastante peligroso" y "en ningún caso es recomendable a ninguna persona, y menos a ningún cristiano".
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ADVERTENCIA: Las declaraciones de Megan Fox podrían herir la sensibilidad del lector
En recientes declaraciones a la revista Glamour para Reino Unido, cuya portada protagonizó en abril de este año, Fox dijo que "solo son unas pocas gotas pero sí, consumimos la sangre del otro ocasionalmente, solo con propósitos rituales".
"Es usado por una razón, y es controlado, donde es como 'derramemos unas gotas de sangre y que cada una lo beba'", dijo.
Sin embargo, reconoció que su novio "es mucho más desordenado, frenético y caótico", pues "él está dispuesto a abrir su pecho de un corte con un vidrio roto y decir 'toma mi alma. Déjame sangrar sobre ti'".
Aunque dijo que no siempre realizan el ritual "exactamente así", esta es "una versión que ha sucedido y muchas veces".
La actriz se describe como alguien "mucho más controlada", que lee "cartas del tarot y estoy metida en la astrología y estoy haciendo todas estas prácticas metafísicas y meditaciones".
"Y hago rituales en lunas nuevas y lunas llenas, y todas estas cosas".
El P. Torres Ruiz expresó su "estupefacción" por las declaraciones de la famosa actriz, pero precisó que "todo apunta a que ese ritual va a conllevar una invocación al diablo. O si ellos lo consideran 'fuerzas preternaturales', pero que en definitiva es el diablo".
Esto, indicó, "les puede llevar, pues un tipo de de vejación o de posesión (demoníaca), con lo cual es bastante peligroso lo que están haciendo".
El sacerdote recordó que "en la Biblia hay una prohibición expresa de compartir la sangre, de beber la sangre", pero resaltó que "la gravedad de este ritual que ellos practican no está en el hecho solo de beber sangre, sino de compartir un tipo de fluido, de líquido corporal, con una cuestión ritual".
"Es decir, hay una brujería, hay una hechicería en ese acto. Y por tanto eso puede conllevar, y de hecho va a conllevar, problemas espirituales, siempre que Dios así lo disponga o lo impida", dijo.