Los cristianos en Nigeria enfrentan una creciente persecución, así como un aumento en la cifra de muertos en los primeros cuatro meses de 2020, según un informe emitido el 15 de mayo por la Sociedad Internacional para las Libertades Civiles y el Estado de Derecho (Intersociety).
Intersociety es una organización sin fines de lucro fundada en 2008 en Nigeria, que trabaja para promover las libertades civiles, el estado de derecho, la reforma de la justicia penal y el buen gobierno.
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Según su último informe, 620 cristianos nigerianos fueron asesinados desde principios de año, y se ha develado una campaña de destrucción e incendios provocados contra iglesias en la nación africana.
"Los principales yihadistas islámicos de Nigeria: los pastores militantes de Fulani y Boko Haram/ISWAP han intensificado su violencia anticristiana en las antiguas regiones del Cinturón Medio y del Nordeste. Las atrocidades contra los cristianos no han sido controladas mediante las fuerzas de seguridad del país, y los actores políticos están preocupados mirando hacia otro lado o coludiendo con los yihadistas", dice el informe.
Intersociety informa que, a pesar de representar casi la mitad de la población del país, unos 32.000 cristianos han sido asesinados en ataques islamistas desde 2009.
Los cristianos en Nigeria han sido víctimas de una serie de ataques cada vez más intensos, incluidos secuestros por rescate, desde principios de año.
En enero de 2020, cuatro seminaristas fueron secuestrados del Seminario del Buen Pastor. Diez días después del rapto, uno de los cuatro fue encontrado al lado de una carretera, vivo, pero gravemente herido. El 31 de enero, un funcionario del seminario anunció que otros dos seminaristas habían sido liberados; pero el cuarto, Michael Nnadi, seguía desaparecido y se suponía que aún estaba en cautiverio.
Posteriormente se anunció que Nnadi fue asesinado.
En una entrevista desde la prisión a principios de este mes, el líder del grupo que secuestró a Nnadi se atribuyó el asesinato y le dijo a los medios locales que el seminarista de 18 años "continuó predicando el evangelio de Jesucristo" y le pedía que "dejara sus malos pasos".
El Arzobispo de Abuja, Mons. Ignatius Kaigama, exigió al presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, que afronte la violencia y secuestros contra cristianos en el país, en una homilía de una Misa celebrada el 1 de marzo.
"Necesitamos tener acceso a nuestros líderes; presidente, vicepresidente. Necesitamos trabajar juntos para erradicar la pobreza, los asesinatos, el mal gobierno y todo tipo de desafíos que enfrentamos como nación", dijo Mons. Kaigama.
En una carta difundida en Miércoles de Ceniza, Mons. Augustine Obiora Akubeze, Arzobispo de Benin, pidió a los católicos que se vistan de negro en solidaridad con las víctimas y recen, como respuesta las "repetidas" ejecuciones de cristianos a manos del grupo terrorista islámico Boko Haram y los "incesantes" secuestros "vinculados a los mismos grupos".
Otros pueblos cristianos han sido atacados, granjas han sido incendiadas, y hombres y mujeres han sido secuestrados y asesinados. Mujeres han sido tomadas como esclavas sexuales y torturadas, en lo que el Prelado consideró un "patrón" de ataque a cristianos.
El 27 de febrero, el embajador en general de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, Sam Brownback, dijo a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, que la situación en Nigeria estaba empeorando.
"Hay muchas personas asesinadas en Nigeria, y tememos que esto se va a extender mucho en esa región", dijo. "Es algo que realmente ha saltado en las pantallas de mi radar en el último par de años, pero particularmente el año pasado".
Brownback señaló que el gobierno nigeriano podría "hacer más", pues "no están llevando a estas personas a la justicia".
"No parecen tener el sentido de urgencia para actuar", criticó.