En un reciente informe, la organización cristiana Open Doors reveló que el año pasado 340 millones de cristianos fueron perseguidos por su fe, y afirmó que la pandemia del COVID-19 exacerba la discriminación sistémica que sufren las minorías cristianas del mundo.
El informe titulado "Lista Mundial de la Persecución 2021" reúne información del 1 de octubre de 2019 al 30 de septiembre de 2020. En el documento se presentan datos de "74 países, uno más que el año anterior, donde los cristianos están en mayor peligro por su fe".
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Según Open Doors, "por primera vez en los 29 años de historia de la Lista Mundial de Persecución, cada país en el top 50 está clasificado con un nivel muy alto o extremo de persecución".
Los 11 países que encabezan la lista con persecución "extrema" son en orden: Corea del Norte, Afganistán, Somalia, Libia, Pakistán, Eritrea, Yemen, Irán, Nigeria, India e Irak. El resto de países con persecución muy alta y alta se ubican sobretodo en Asia y África; sin embargo, también hay casos representativos en América, como Colombia y México.
En total, en 2020 más de 340 millones de cristianos sufrieron "altos niveles de persecución por su fe, lo que representa 1 de cada 8 cristianos en todo el mundo". Además, 4.761 cristianos fueron asesinados; 4.488 iglesias y edificios cristianos fueron atacados; 4.277 cristianos fueron detenidos sin juicios, arrestados, sentenciados o en prisión; y 1.710 cristianos fueron secuestrados.
Se registra que en Asia y África el porcentaje de cristianos violados o acosados sexualmente es equivalente y que los países más afectados son Arabia Saudí y Nigeria. Pakistán encabeza la lista de países con más "matrimonios forzados de cristianos con no cristianos", y Nigeria, seguido de India, tiene el porcentaje más alto de cristianos abusados física y/o mentalmente por su fe.
El porcentaje de África superó en más del doble al de Asia en relación a las casas, propiedades, tiendas y negocios de cristianos atacados. En relación a los negocios y tiendas atacadas, Nigeria superó en porcentaje a Siria.
Además, el continente africano superó al asiático en cuanto al número de cristianos que se vieron obligados a abandonar sus hogares o esconderse en el país a causa de la persecución religiosa. En cuanto a "los cristianos obligados a abandonar el país por razones relacionadas con la fe, el porcentaje correspondiente a Asia fue del 42%, frente al 57% de África".
El informe indica que los ataques extremistas se extendieron aún más por el África subsahariana, desde Nigeria y Camerún hasta Burkina Faso, Mali y más allá. Según la investigación solo en Nigeria "10 cristianos al día son asesinados en promedio debido a sus creencias religiosas".
Si el número total de cristianos asesinados por su fe en el mundo aumentó un 60% durante el año- de 2983 casos registrados (en 2020) a 4.761 (en 2021)- "el 91% de los asesinatos violentos por razones relacionadas a la religión ocurrieron en África", señala.
No obstante, la persecución afecta de forma grave al resto de continentes. En Asia, 2 de cada 5 cristianos sufre persecución religiosa a nivel muy alto o extremo; en América Latina, son 1 de cada 12; y en África, 1 de cada 6 cristianos "soportan discriminación y violencia a causa de su fe".
Sobre los efectos de la pandemia en la persecución, el informe señala que "el COVID-19 ha agravado la situación de vulnerabilidad social, cultural, económica y de carácter estructural ya existente".
Además, señala que "el COVID-19 legitima el aumento de la vigilancia y las restricciones por parte de gobiernos autoritarios y totalitarios" y "ayuda a que grupos criminales organizados de Centroamérica y Latinoamérica consoliden su control".
También, se indica que "militantes islamistas violentos se aprovechan de las restricciones por el COVID-19 para expandirse por el África subsahariana" y que en medio de la crisis mundial, ha habido un "aumento del nacionalismo dirigido por mayorías de identidad religiosa en países como la India y Turquía".
Según la investigación, las 8 principales causas de persecución son la "opresión islámica", el "nacionalismo religioso", "la opresión tribal", la "hostilidad etno-religiosa", el "proteccionismo denominacional", "opresión comunista y poscomunista", "intolerancia secular", "paranoica dictatorial", "corrupción organizada y delincuencia".
La persecución a causa de la corrupción se ve en África subsahariana, América Central y América Latina, donde las redes de delincuencia organizada "consolidan su poder ante la falta de capacidad de los sistemas estatales para satisfacer las necesidades locales de suministro de salud, alimentos, trabajo y otros artículos de primera necesidad", señala el informe.
"La falta de gobernanza e incluso la connivencia de las autoridades significa, con demasiada frecuencia, que hay impunidad para la violencia o la discriminación por motivos religiosos", agrega.
Otro aspecto importante que el informe destaca es el reingreso de China después de una década al top 20 de la Lista Mundial de Persecución. Según el reporte, esto ocurrió "debido a la constante y creciente vigilancia y censura de las minorías" en el país.
"El Partido Comunista amplió su regulación de todas las religiones en 2020, e incluso las iglesias aprobadas por el gobierno, tanto católicas como protestantes, están bajo una vigilancia cada vez mayor. A los menores de 18 años se les sigue prohibiendo la participación en cualquier actividad religiosa. La 'sinización' del cristianismo continúa, incluso en la llamada 'rectificación' de los pasajes de la Biblia", indica el informe.
También, "las 'casas iglesia' que no están registradas, experimentan un incremento en la confiscación de sus propiedades y de material cristiano, incluyendo Biblias, además de redadas, multas y el arresto de los líderes de las iglesias".
Open Doors señaló que "nuevos datos muestran que el estado de vigilancia de China se utiliza para perseguir a los cristianos y otras minorías religiosas como los musulmanes uigures". Según la investigación "las iglesias que han recurrido a los cultos online son vulnerables a que se las controle".
"El Partido Comunista Chino no solo está normalizando estas tecnologías dentro de sus fronteras, sino que las está exportando a regímenes autoritarios de todo el mundo", indicó Open Doors en el comunicado.
Al respecto, el Dr. Chris Meserole, director de investigación y políticas de Artificial Intelligence and Emerging Technology (AIET) de Brookings dijo que "Esto va más allá de a dónde estás yendo a la iglesia o qué es lo que estás escribiendo en tu teléfono. No hay país que pueda igualar la enorme escala de tecnologías de vigilancia que China ha desarrollado y también ha desplegado".
Finalmente, el informe indica algunas buenas noticias. Como por ejemplo, que el Gobierno de Sudán abolió la pena de muerte por apostasía, que significa renunciar al islam. "Aunque cambiar una constitución es más fácil que cambiar la mentalidad, la vida para el 6% de los cristianos de Sudán está mejorando, como se demostró cuando un tribunal declaró inocentes a ocho líderes de iglesias de los cargos de los que se los había acusado durante tres años", señaló.
Además, en Irak, tras sobrevivir a la ocupación de Mosul por los militantes del Estado Islámico, "un grupo de jóvenes musulmanes voluntarios lleva desde 2017 limpiando sin cesar las iglesias y los hogares destruidos, declarando su deseo por que los cristianos desplazados vuelvan y se queden, ya que su historia encuentra sus raíces en este lugar de Medio Oriente".