El Obispo de Gboko (Nigeria), Mons. William Avenya, dijo este 17 de diciembre a los miembros del Congreso que el mundo no debe ignorar el "genocidio" que enfrentan los cristianos en el país.
Mons. Avenya testificó este jueves en una audiencia sobre "Conflictos y asesinatos en el cinturón medio de Nigeria" de la Comisión de Derechos Humanos de Tom Lantos, una comisión bipartidista del Congreso.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"La matanza masiva de cristianos en el cinturón medio de Nigeria, según todos los estándares, cumple con los criterios para ser definido como un genocidio calculado según la Convención sobre el Genocidio", resaltó.
El Prelado indicó que "es deprimente que nuestra región del Cinturón Medio se haya convertido realmente en un valle de lágrimas, una región donde los entierros masivos son muy comunes".
El Cinturón Medio es una región fértil que se extiende a lo largo de la parte central de Nigeria y, en los últimos años, el escenario de una cantidad creciente de violencia donde muchas aldeas agrícolas en un lugar predominantemente cristiano han sido atacadas.
El International Crisis Group señaló que hubo un promedio de más de dos mil muertes por año entre 2011 y 2016 en el Cinturón Medio.
El subsecretario de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado, Robert Destro, indicó que 600 han muerto en el Cinturón Medio este año, el número es casi seis veces mayor que en el norte del país.
Cristianos y musulmanes en Nigeria han sufrido un creciente número de ataques violentos de militantes Fulani y grupos terroristas como el Estado Islámico Provincia de África Occidental (Iswap), anteriormente Boko Haram, y el nuevo grupo Boko Haram que se separó de Iswap.
Según la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), se estima que más de dos millones son "desplazados internos" en Nigeria.
Los miembros del Congreso y funcionarios del Departamento de Estado indicaron que los impulsores de la violencia son complejos.
El copresidente de la comisión, Chris Smith, agregó que los fulanis son pastores nómadas que pueblan la región más amplia del Sahel, algunos han sido llevados al sur hacia el Cinturón Medio por la desertificación causada por el cambio climático.
"El principal impulsor de conflicto dominante en la región del Cinturón Medio es cometido por extremistas fulani, que parecen impulsados en gran parte por el chovinismo étnico-religioso, en su mayoría contra granjeros cristianos - aunque noto que en otros lugares los musulmanes chiítas son también víctimas, y que los conflictos intra-sunitas también existen dentro de la comunidad musulmana", dijo Smith.
Muchos de los ataques denunciados contra las aldeas son "masacres", dijo Smith, ya que los civiles son el objetivo de asesinatos, lesiones y violaciones.
En 2017, los obispos católicos informaron de un número e intensidad cada vez mayores de ataques de Fulanis, que empleaban armamento sofisticado nunca antes visto en enfrentamientos anteriores entre pastores y agricultores.
Algunos obispos han enfatizado la naturaleza etno-religiosa de los ataques, afirmando que los militantes fulani, en su mayoría musulmanes, apuntan específicamente a pueblos e iglesias cristianas.
El embajador de la libertad religiosa de Estados Unidos, Sam Brownback, dijo el jueves que la violencia "a menudo se desarrolla en términos de fe", incluso si los conflictos no eran de origen religioso.
Las organizaciones no gubernamentales han advertido "sobre matices cada vez más religiosas" del conflicto en el último año con informes sobre el incendio de sitios religiosos y conversiones forzadas de algunas víctimas de secuestro.
Mons. Avenya acusó al gobierno nigeriano de no proteger a los cristianos en el Cinturón Medio.
"¿Cómo se puede explicar un escenario en el que hasta un centenar de aldeanos inocentes e indefensos mueren en un solo ataque y nadie dice nada al respecto?" preguntó.
"Parece que el sistema no solo ha permitido, sino que también está ayudando a entronizar las opiniones supremacistas de un grupo religioso frente a los demás", dijo.
Destro dijo que los líderes religiosos y políticos y los grupos de ayuda han enfatizado la falta de seguridad en el país y señaló que las comunidades locales no tienen los recursos para protegerse y procesar a los perpetradores de violencia.
"Si una comunidad llama al equivalente nigeriano del 911, nadie responde. No hay una protección policial efectiva", dijo.
La audiencia se produjo después de que los medios internacionales informaran sobre dos ataques más contra civiles esta semana. El 15 de diciembre, el grupo terrorista islamista Boko Haram admitió su culpabilidad por el secuestro de cientos de escolares en una escuela en el estado noroccidental de Katsina, y en el sureste del país un sacerdote nigeriano fue secuestrado por cuatro hombres armados el lunes y luego liberado miércoles.
Debido a la violencia en curso contra los civiles en Nigeria, el Departamento de Estado la semana pasada designó a Nigeria como un "país de especial preocupación (PCCh)" por primera vez en la historia, una lista reservada para los países con los peores registros en materia de libertad religiosa, como China, Corea del Norte y Arabia Saudita.
La designación es "con suerte una verdadera llamada de atención" para el gobierno, dijo Smith, y señaló que, si no hay una respuesta adecuada a la designación, Estados Unidos debería considerar el uso de sanciones.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.