El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acusó a tres sacerdotes de la Catedral Metropolitana de México de ser "simpatizantes" de un grupo opositor que busca su renuncia, el Frente Nacional Anti Amlo (FRENAAA).
En conferencia de prensa el 5 de octubre, al referirse a imágenes difundidas por algunos medios de comunicación sobre una multitudinaria manifestación organizada por FRENAAA en la Plaza de la Constitución el último sábado, López Obrador dijo que "vi una foto de un sacerdote que es simpatizante de Frenaaa, que la tomó desde la torre de Catedral y ahí me di cuenta de cómo estaba".
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"Y digo que es simpatizante porque antes de que se tomara esa foto ya sabíamos, por los mismos jerarcas de la Iglesia, que había dos, tres sacerdotes simpatizantes de Frenaaa de aquí de la Catedral, lo cual también es legítimo, porque somos libres", añadió el Presidente de México.
"Una acusación absolutamente falsa"
En diálogo con ACI Prensa, el P. Hugo Valdemar, canónigo penitenciario de la Arquidiócesis Primada de México y miembro del Cabildo de la Catedral Metropolitana, subrayó que "en la Catedral ninguno de los canónigos ha hecho público su apoyo o descalificación al movimiento opositor".
"Hacer un señalamiento así, viniendo del Presidente, es algo muy peligroso para la integridad de los sacerdotes que trabajamos en la Catedral, pues conocemos muy bien los extremos a los que son capaces de llegar sus simpatizantes. Siendo además que es una acusación absolutamente falsa", dijo.
El P. Valdemar, que durante 15 años fue director de Comunicación de la Arquidiócesis de México bajo el gobierno pastoral del Cardenal Norberto Rivera, subrayó que "México está viviendo una terrible polarización que crece día con día. La Iglesia tiene la grave responsabilidad de ser un factor de unidad, nunca de división".
"Lo peor que nos podría pasar es que nos lleguen a instrumentalizar para una u otra causa. La Iglesia tiene que cuidar la unidad de los mexicanos, y por lo tanto debe mostrarse respetuosa y conservar su independencia respecto a las posturas encontradas", explicó.
"Como sacerdotes podemos tener nuestras simpatías o antipatías, pero manifestarlas públicamente sería inoportuno, tomando en cuenta la preocupante división y es encono que reina en el país", añadió.
Sin embargo, precisó, "otra cosa es cuando se tocan valores que el Papa Benedicto XVI calificó como no negociables, como son la libertad religiosa, la familia, el matrimonio y el respeto a la vida desde la concepción hasta su fin natural. En estos principios la Iglesia no puede transigir ante el Estado".
El P. Valdemar recordó que tras las elecciones presidenciales de 2006, en las que López Obrador perdió ante Felipe Calderón Hinojosa por menos del 1% de los votos, "los seguidores del actual presidente hicieron un video calumnioso en el que acusaron al entonces Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera, de haber sido parte del complot por el que supuestamente perdió la presidencia".
"Semejante difamación desató la furia de sus seguidores e hicieron 27 incursiones violentas en la Catedral durante la celebración de la Misa, lo que obligó al cierre del templo hasta que el gobierno garantizó la seguridad de los fieles", dijo.
Para el sacerdote mexicano "un antecedente así nos hace temer por la seguridad de los fieles y de la Catedral, pues sabemos hasta qué grado puede llegar el fanatismo y la violencia".
El P. Valdemar subrayó además que "no olvidemos que la Constitución de México prohíbe a los ministros de culto inmiscuirse en política partidista. Y por otra parte, nuestra prioridad como sacerdotes es atender el bien de las almas, no importando a qué partido o ideología pertenezcan".