Una llamada telefónica que podría pasar a la historia del cine. El pasado martes por la noche, el Papa Francisco habría llamado Roberto Benigni, escritor, director y protagonista de la película italiana ganadora del Oscar "La vida es bella", para hablar sobre los Diez Mandamientos.
El director y actor toscano, llevó recientemente a la televisión italiana unas reflexiones religiosas, morales y civiles sobre "Los Diez Mandamientos", que fueron seguidas durante dos noches consecutivas por nueve millones de espectadores el primer día, y diez el segundo.
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Aunque la Oficina de Prensa de la Santa Sede no ha confirmado la llamada del Papa, en declaraciones a la revista italiana Famiglia Cristiana, el Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Arzobispo Vincenzo Paglia, afirma que "no me sorprende nada que el Papa Francisco haya llamado a Roberto Benigni".
Mons. Paglia también telefoneó al director toscano después del éxito televisivo del programa, emitido el 15 y el 16 de diciembre en el canal italiano Rai Uno.
"No me dijo el contenido la llamada –con el Papa Francisco–, pero me lo puedo imaginar (risas). Roberto estaba muy sorprendido por este boom de oyentes, el increíble aumento de audiencia desde el primer día, 'ha sido algo extraordinario, incluso milagroso', me subrayó. Le he escuchado bastante conmovido, incluso me dijo que la gente lo para por la calle, y hasta alguno le ha pedido bromeando ¡que le bautice a sus hijos!", señaló Mons. Paglia.
"Su transmisión sobre los Diez Mandamientos encaja bien en el cauce de la Iglesia en salida, querida por Bergoglio. En este caso, se trata de un artista en salida que sabe usar el bagaje de la sabiduría sin muchos ornamentos. Y no es casualidad que el Papa, en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium dedicara un espacio enorme al tema de la predicación, haciendo de su homilía matutina en Santa Marta su magisterio habitual", añadió la autoridad vaticana.
Aunque el director de cine no se declara creyente, en 2008 participó en una maratón televisiva ininterrumpida para leer la Biblia. El evento involucró 1.200 personas durante seis días, y fue iniciado con la lectura del Génesis por el mismo Papa Benedicto XVI.