Aunque ayer se informó que el P. Jacques Mourad había sido liberado por los terroristas del Estado Islámico (ISIS), lo cierto es que logró escapar de su encierro gracias a la ayuda de un amigo musulmán. Un milagro que el sacerdote atribuye a la intercesión de la Virgen María.
"Es un milagro que un sacerdote sea liberado de las manos del Estado Islámico (ISIS), un milagro que la Virgen ha hecho por mí", afirmó el P. Jacques Mourad, prior del monasterio de Mar Elian (Siria), que permaneció secuestrado durante cinco meses.
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Le père Jacques Mourad, enlevé le 21 mai dernier en Syrie, a été libéré. http://t.co/KyhHYJSzo4 pic.twitter.com/HTuWHWpxCr
- Terre Sainte Mag (@terresaintemag) octubre 13, 2015
El P. Mourad recordó que fue capturado junto a otro joven el 21 de mayo del monasterio de Mar Elian por militantes del ISIS que llegaron de Al Qariatayn. "Los primeros cuatro días estuvimos en las montañas, encerrados en el auto del monasterio del cual fuimos raptados. Para el 11 de agosto fuimos conducidos cerca de Palmira, donde están prisioneros otros 250 cristianos de la ciudad de Al Qariatayn", indicó.
El P. Mourad –cuya libertad fue anunciada por el Patriarca de Antioquia, Su Beatitud Ignace Youssif III Younan-, dijo que "casi todos los días había alguien que entraba a mi prisión y me preguntaba '¿qué eres?'. Yo respondía: 'soy nazareno, es decir cristiano'. 'Entonces eres un infiel', gritaban. 'Visto que eres un infiel, si no te conviertes (al Islam) te degollaremos con un cuchillo'".
A pesar de las amenazas, el sacerdote se negó a firmar el "acta de renuncia al cristianismo" que los terroristas del Estado Islámico quisieron imponer a los cristianos secuestrados.
Sobre su escape, el P. Mourad dijo que se disfrazó para dejar Al Qariatayn "y fugué en una moto con la ayuda de un amigo musulmán. Pero ahora estoy trabajando con un sacerdote ortodoxo y otros amigos beduinos y musulmanes para liberar a los otros 200 cristianos que siguen prisioneros. Hoy mismo, por ejemplo, pudieron escapar otros 40 cristianos".
"Esto es el milagro que el buen Dios me ha dado: mientras era prisionero esperaba el día de mi muerte, pero con una gran paz interior. No tenía ningún problema de morir por el nombre de Nuestro Señor, no sería ni el primero ni el último, sino uno entre los millares de mártires por Cristo", señaló el sacerdote siro-católico a TV2000.
"Quiero agradecer a todos aquellos que han rezado por mi liberación. Verdaderamente es un milagro que un sacerdote fuera liberado de las manos del ISIS. Milagro que la Virgen María ha hecho por mí" afirmó.