El presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), Mons. José Ornelas, pidió perdón a las víctimas de los abusos sexuales cometidos por algunos de los miembros de la Iglesia Católica en el país.
"Es una herida abierta que nos duele y nos avergüenza. Pedimos perdón a todas las víctimas: a las que valientemente dieron su testimonio, en silencio durante tantos años, y a las que todavía viven con su dolor en lo más profundo de su corazón, sin compartirlo con nadie", expresó ayer lunes.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Mons. Ornelas, también Obispo de Leiria-Fátima, hizo el pedido de perdón luego que fuera publicado el informe final de la Comisión independiente para el estudio del abuso sexual infantil en la Iglesia Católica en Portugal.
La Comisión fue instalada en enero de 2022. Hasta octubre pasado se dedicó a recopilar testimonios y a analizar los archivos históricos de las instituciones católicas, con el fin de recoger los casos de abusos a menores entre 1950 y 2022.
En total recibió 564 testimonios, de los cuales 512 fueron validados. Según el coordinador de la Comisión, el psiquiatra Pedro Strecht, a partir de estos informes se pudo calcular que por lo menos hubo 4.815 víctimas.
En una rueda de prensa realizada ayer, el presidente de la CEP dijo que el informe final "expresa una realidad dura y trágica: hubo y hay víctimas de abusos sexuales provocados por clérigos y otros agentes de pastoral, en el contexto de la vida y de las actividades de la Iglesia en Portugal".
El obispo indicó que este documento "señala varias consecuencias de estos crímenes, que pueden haber sido el origen de dramas y sufrimientos inconmensurables, que marcarán vidas enteras".
Por ello, Mons. Ornelas se dirigió a las víctimas y reconoció que sufrieron "perversidades, donde nunca debieron haberse dado".
El Prelado también les manifestó que "su testimonio es una petición de ayuda a la que no podemos ni queremos permanecer sordos".
"Somos conscientes de que nada puede reparar el sufrimiento y la humillación que les fue causado a ustedes y a sus familias, pero estamos disponibles para recibirlos y acompañarlos en la superación de las heridas que les fueron causadas y en la recuperación de su dignidad y de su futuro", expresó.
Mons. José Ornelas señaló asimismo que "la tolerancia cero hacia los casos de abuso debe ser una realidad en toda la Iglesia". "Por lo tanto, no toleraremos abusos ni abusadores", aseguró.
El presidente de la CEP afirmó que "los abusos a menores son delitos atroces", y "quienes los cometen deben asumir las consecuencias de sus actos y las responsabilidades civiles, penales y morales que de ello se deriven".
Por ello, exhortó a los abusadores a "reconocer la verdad sin ocultar nada, arrepentirse sinceramente, pedir perdón a Dios y a las víctimas, y buscar un cambio radical en sus vidas con la ayuda de personas competentes, en la certeza de que el camino de la justicia siempre encontrará un lugar en el bondadoso corazón de Dios".
El presidente de los obispos portugueses reconoció que el informe presenta un número "mucho mayor" del número que calculó la Iglesia local.
"Pedimos disculpas por no haber sabido crear formas efectivas de escucha y escrutinio interno, y por no haber manejado siempre las situaciones con firmeza y guiados por la protección prioritaria de los menores", expresó Mons. Ornelas, quien aseguró que "el cambio está ocurriendo".
El Obispo señaló que la CEP analizará el informe y "buscará encontrar los mecanismos más efectivos y adecuados para promover una mayor prevención y resguardo de los casos que puedan presentarse, con celeridad y respeto a la verdad".
En la rueda de prensa, Mons. Ornelas reiteró que la Iglesia no puede tolerar los abusos porque van contra su identidad; por ello, agradeció a las organizaciones católicas que sí son testimonio.
"Hay muchas personas e instituciones eclesiales dedicadas a los más débiles, a los más necesitados y a los más pobres; y la realidad de los abusos no puede hacernos olvidar el inmenso bien, tantas veces silencioso, de sacerdotes, religiosos y laicos implicados en tantas situaciones, a quien queremos ofrecer una palabra de consuelo y valor", expresó.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en ACI Digital.