El Comisariado Pontificio del Instituto Discípulos de Jesús de San Juan Bautista en Argentina, informó este lunes 8 sobre la situación canónica del P. Nicolás Parma, religioso de esta congregación detenido por la justicia civil el 6 de octubre.
Ese día, Noelia Ursino, jueza de Instrucción de Puerto Santa Cruz, interrogó al P. Parma durante cinco horas y decidió su detención hasta resolver su situación.
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El sacerdote es acusado del presunto abuso sexual de uno de los novicios que tenía a su cargo mientras cumplía funciones como párroco de la iglesia Exaltación de la Santa Cruz ubicada en el sur del país.
El diario Tiempo Sur informó que la denuncia se realizó en 2016 y, según el denunciante, indicó a la justicia que era menor de edad cuando se cometieron los hechos. Además dijo que habrían otras víctimas y que el fundador de la congregación, P. Agustín Rosa, también sería un abusador.
En ese contexto, el Comisariado emitió un comunicado en el que aseguró que luego de conocerse la denuncia y ante "los indicios de verosimilitud", se dispuso el 28 de diciembre de 2016 que Parma regresara de inmediato a Argentina. En ese momento el sacerdote estaba en la Diócesis de Vic (España).
El sacerdote habría regresado a los cuatro días.
Al P. Parma también se le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal, el uso del hábito religioso y se estableció que resida de forma obligatoria en Tucumán.
Asimismo, se informó que los resultados de la investigación previa canónica fueron enviados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde la causa se encuentra radicada.
El comunicado fue firmado por Fray Alberto Saguier y el P. Hugo Von Ustinov, asistentes del Comisario Pontificio.