El miércoles el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, nominó la ex embajadora estadounidense ante la ONU y defensora del aborto, Samantha Power, como administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
El anuncio de su nominación fue dado el 13 de enero por el equipo de transición de Joe Biden-Kamala Harris.
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Entre 2013 y 2017, durante el gobierno de Barack Obama, Power trabajó como embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, donde defendió los supuestos "derechos" LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) en el exterior.
Previamente, se desempeñó en el Consejo de Seguridad Nacional, donde asesoró a Obama y Biden sobre los "derechos de las mujeres", que para el Partido Demócrata incluye el aborto bajo demanda.
El 13 de enero de 2021, la multinacional abortista Planned Parenthood Global y Biden la elogiaron como una defensora de los "derechos humanos".
"Samantha Power es una voz de conciencia y claridad moral de renombre mundial, que desafía y anima a la comunidad internacional a defender la dignidad y la humanidad de todas las personas", dijo Biden en un comunicado. Ella "luchará por el valor de cada ser humano", agregó su equipo de transición.
Por su parte, Planned Parenthood Global elogió a Power en un tuit: "Como una voz firme por los derechos humanos, Samantha Power tiene la experiencia y la oportunidad de promover la salud sexual y reproductiva [Ndr: eufemismo que incluye el aborto y la anticoncepción] y los derechos de las personas de todo el mundo como administradora de USAID".
En un reciente artículo, la organización provida estadounidense Live Action dijo que Power, en su nuevo puesto, "ayudará a Biden a restaurar los fondos de los contribuyentes para Planned Parenthood y otros grupos globales de defensa del aborto, fondos que el presidente Donald Trump recortó a través de su política Protecting Life".
"Bajo la administración Trump, los fondos a través de USAID priorizaron la atención médica real para mujeres y niñas y los derechos humanos para todos los seres humanos, incluidos los que aún no han nacido. Lo hizo a través de la política ampliada de Trump en la Ciudad de México, que prohíbe los fondos de ayuda internacional a grupos que promueven y/o practican abortos", recordó.
En declaraciones a ACI Prensa, Jesús Magaña, presidente de la plataforma Unidos por la Vida (Colombia), dijo que "es muy triste comprobar que el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene una agenda de muerte".
Magaña lamentó "la elección de Samantha Power como nueva directora USAID", debido a que su "trayectoria como promotora del aborto y la agenda LGBTI nos confirma que la agencia será usada de manera ideologizada para imponer programas que se alejan del desarrollo de los pueblos, al imponer agendas de muerte y destrucción de la familia y la cultura de estos pueblos a los que se pretende 'ayudar'".
"Estamos alertas y listos a denunciar las violaciones al más fundamental de los derechos humanos, el derecho a la vida", añadió el líder provida
Luis Losada Pescador, director de campañas de la plataforma CitizenGO, dijo a ACI Prensa que, "como ya advertimos, la llegada de Biden a la presidencia de los Estados Unidos significaría una marcha atrás grave para la causa provida y profamilia, ya qu permitiría el uso de fondos federales para financiar el aborto fuera de los Estados Unidos y regresaría a la 'diplomacia LGTB' en una injerencia ideológica incompatible con el respeto de la soberanía de otros países".
"Cabe prepararse para que gran parte de la ayuda al desarrollo de EEUU en Latinoamérica sea destinada a promover el aborto bajo el eufemismo de 'derechos sexuales y reproductivos'. Y también habrá fondos federales para promover la agenda LGTB: 'matrimonio' entre personas del mismo sexo, adopción gay, cambio de sexo registral y adoctrinamiento en las escuelas", continuó.
Finalmente, Losada cree que la sociedad civil "debe prepararse para resistir este injerencia disfrazada de cooperación al desarrollo, denunciándola en los organismos internacionales y presionando a los gobiernos nacionales para que exijan verdadero desarrollo: educación, sanidad e infraestructuras".