En un comunicado emitido este miércoles 22 de marzo, la Compañía de Jesús se pronunció tras el hallazgo sin vida del posible asesino de dos sacerdotes jesuitas y dos laicos, crímenes cometidos el año pasado.
El 20 de junio de 2022, los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar fueron asesinados en una iglesia de la comunidad de Cerocahui, en el estado de Chihuahua.
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El presunto asesino, que disparó contra los sacerdotes que intentaban proteger a un hombre que buscaba refugio en el templo, también mató a otras dos personas.
En su comunicado de hoy, los jesuitas precisaron que van a esperar que la identidad del cuerpo sea plenamente corroborada para fijar una postura, y lamentaron "el fallecimiento de la persona cuyo cuerpo fue encontrado por las autoridades de Sinaloa, como lamentamos todas y cada una de las vidas segadas por la violencia que impera en el país. Rechazamos la difusión de imágenes sobre el hallazgo".
Varios medios mexicanos publicaron hoy la noticia del hallazgo del cuerpo sin vida de José Noriel Portillo, alias "el chueco", presunto asesino de los sacerdotes jesuitas y los laicos en 2022.
El cuerpo fue hallado en Sinaloa. Algunos reportes extraoficiales señalan que el cadáver fue encontrado con al menos un disparo el 18 de marzo.
En su comunicado, los jesuitas de México señalaron que "si se verifica que se trata de la persona implicada en el homicidio de los padres jesuitas, su aparición sin vida de ninguna manera puede considerarse como un triunfo de la justicia ni como una solución al problema estructural de violencia en la sierra Tarahumara".
"Por el contrario, la ausencia de un proceso legal conforme a derecho con relación a los homicidios implicaría un fracaso del Estado mexicano frente a sus deberes básicos y confirmaría que en la región las autoridades no detentan el control territorial", continuaron.
Los jesuitas también hicieron un llamado para que se cumplan "a cabalidad las medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (...) para construir condiciones de seguridad en la región".
Por último, resaltaron: "Nunca hemos callado ni callaremos ante la violencia y la deshumanización. Seguiremos en la Tarahumara y en otras regiones de México, trabajando para que haya paz, justicia, derechos humanos y reconstrucción del tejido social".