Un informe publicado por la comisión independiente sobre los abusos en la iglesia católica en Francia (CIASE) reveló que desde 1950 unos 330 mil menores fueron víctimas de abusos en ese país por sacerdotes o religiosos. El Presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, que encargó la realización del informe, pidió perdón a las víctimas y se comprometió a aprovechar el informe con "coraje y fuerza para comprometernos aún con mayor precisión".
La Comisión Independiente sobre abusos en la Iglesia Católica (CIASE) publicó hoy 5 de octubre los resultados del informe realizado durante 32 meses, a petición de la Conferencia Episcopal Francesa, sobre los abusos sexuales cometidos en la Iglesia católica en Francia en los últimos 70 años.
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Según la CIASE, al menos desde el año 1950 y hasta el año 2020; 260 mil menores fueron víctimas de abusos sexuales por sacerdotes o religiosos. Una cifra que aumenta hasta 330 mil si se cuentan también los abusos cometidos por laicos en ambiente religioso.
Este informe destapó "una estimación mínima" de entre 2.900 a 3.200 religiosos o sacerdotes involucrados en distintos tipos de abusos sexuales. Esto es un 3% del total de los consagrados en Francia y en su gran mayoría ya han fallecido.
Jean-Marc Sauvé, responsable de la comisión CIASE, aseguró que son "cifras abrumadoras que reclaman medidas muy fuertes" ya que hasta el año 2000 el informe constata "una indiferencia profunda y cruel ante la víctimas. No se las cree, no se las escucha".
El informe situa a la iglesia como el tercer lugar donde más abusos sexuales se cometen en Francia. Los dos primeros son la familia y los círculos de amigos.
Sauvé aseguró que parte de la aceptación de la responsabilidad por parte de la Iglesia conlleva una reparación económica, ya que según afirmó "son crímenes de lesa humanidad".
El 56% de las agresiones se produjeron entre los años 1950 y 1969, entre los años 70 y 80 se redujeron al 22 %, un porcentaje que se mantiene hasta el año 2020.
Sauvé es católico practicante y exvicepresidente del Consejo de Estado. Para la creación de la CIASE convocó a 21 expertos de diferentes ámbitos como Derecho, Teología, Psicología o trabajo social, así como de diferentes confesiones religiosas, incluso no creyentes.
El informe, aprobado por consenso, se elaboró durante 32 meses de trabajo (interrumpido por la pandemia), consta de 2.480 páginas, 2 mil de ellas en anexo. La CIASE trabajó sobre unas 6.500 llamadas, y correos con testimonio recibidos desde junio de 2019 hasta el 31 de octubre de 2020. Posteriormente se siguieron 250 audiciones o entrevistas.
Mons. Éric de Moulins-Beaufort, presidente de la Conferencia Episcopal Francesa calificó como "duro y severo" el informe y destacó que "el alcance de este fenómeno de violencia sexual y a la gresión en la sociedad y en la Iglesia que se describe es espantoso".
"Es realmente insoportable que tantas vidas de niños y jóvenes puedan haber sido dañadas sin que nada se viera, denunciara, acompañara o cuidara. Todavía medimos la fuerza interior y el coraje que necesitaron quienes denunciaron la violencia y la agresión sufrida. Y nos damos cuenta del número de los que no pudieron hablar, no pueden o no desean hacerlo", manifestó Mons. de Moulins-Beaufort.
"Expreso mi vergüenza y mi determinación de actuar para que la negativa a ver, a escuchar o la voluntad de ocultar los hechos, la dificultad a denunciarlos públicamente desaparezcan de las actitudes de las autoridades eclesiales, de los sacerdotes, y de los actores pastorales, así como de todos los fieles", aseguró el Prelado.
"Deseo pedir perdón. Lo siento", afirmó el Presidente de los obispos de Francia y también en nombre de todos los Obispos se comprometió a aprovechar el informe con "coraje y fuerza para comprometernos aún con mayor precisión".
"Nuestro compromiso con todos en el celibato es una elección de amor, delicadeza, respeto, humildad. Que algunos de nosotros [sacerdotes, religiosos, consagrados] hayamos podido o podamos desviarnos del ministerio al servicio de los impulsos nos abruma y destroza nuestros corazones. También nos obliga a examinarnos más que nunca para comprobar el más mínimo de nuestros comportamientos", subrayó el Prelado.
También aseguró que "el alcance del fenómeno de violencia y agresión sexual descubierto hoy por la Comisión que querían los obispos de Francia y los superiores religiosos revela que todas las relaciones estructurantes de la humanidad se pueden desviar y transformar en relaciones de depredación y en una proporción que no puede considerarse insignificante".
"Imploramos la gracia de Dios, es decir, su consuelo y fuerza, para que podamos dejar que la luz penetre en las áreas más oscuras. Que nunca renunciemos a la claridad. Que nunca nos resignemos a la ambigüedad", pidió.
También aseguró que trabajarán junto con la Iglesia universal para "servir a Cristo una y otra vez en su sacrificio: Él dio su vida para abrir la esperanza, el mal y la violencia no prevalecerán al final de la historia y que lo pequeño y olvidado de la historia será el primero en la luz".
Si usted tiene una denuncia que hacer sobre casos de abusos o irregularidades dentro de la Iglesia, sírvase escribir al correo electrónico denuncias@aciprensa.com