Los cristianos en la India celebran este 25 de agosto el "Día de la Memoria" en recuerdo de todos los fieles asesinados y violentados en los años 2007 y 2008 en el estado de Orissa.
Kenyan bishop says 'stop playing around' on anti-Christian violence, by @JohnLAllenJr http://t.co/rsTFBB9ng7 pic.twitter.com/1QxoVWmmLJ
- Crux (@Crux) abril 22, 2015
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En este aniversario, señala la agencia vaticana Fides, el Foro Cristiano Sambalpur ha enviado un memorándum al gobernador de Orissa, S.C. Jamir, en el que solicitan un mayor respeto a los derechos de los cristianos en la región.
El texto indica que "nosotros, seguidores de Cristo, somos compasivos, amables, humildes: pedimos que se garantice la paz, la seguridad y la protección de las minorías cristianas en Orissa" y agradece a las autoridades "haber vigilado para que se haga cumplir la ley, garantizando la paz y la seguridad a la comunidad cristiana en los últimos años".
La masacre de 2007 y 2008
El Reporte anual 2008 de All India Christian Council (AICC) señaló que ese año fue "un año horrible", para los cristianos en India, sometidos a fuertes olas de violencia y ataques; y calificó como "limpieza étnica" y "fruto de un terrorismo de signo hindú" la constante persecución entonces en Orissa.
A finales de 2007 e inicios de 2008, extremistas hindúes se encarnizaron con la comunidad cristiana: destruyeron 105 iglesias, mataron 9 cristianos, asaltaron y violaron a muchas mujeres, quemaron 730 habitaciones y dañaron 40 comercios.
La segunda fase de la masacre comenzó el 23 de agosto de 2008: los extremistas hindúes mataron a 120 cristianos entre los cuales había un sacerdote, destruyeron 4640 casas, eliminaron la presencia cristiana de 315 poblados, destruyeron 250 lugares de culto y saquearon 13 escuelas. Todo esto dejó como saldo más de 54 mil refugiados.
En agosto de 2008 y en declaraciones a L'Osservatore Romano, el Arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar (Orissa, India), Mons. Raphael Cheenath, explicó que "nosotros los cristianos, especialmente los católicos, somos perseguidos sobre todo por nuestro esfuerzo social en favor de los pobres".
"Nosotros los católicos no hemos hecho nunca proselitismo pero siempre hemos dado un buen ejemplo en las obras asistenciales. Pienso que para estos personajes (los extremistas hindúes) que soplan el fuego, nuestra aproximación caritativa es una culpa imperdonable", dijo el Prelado.
Sobre la masacre de finales de 2007 y comienzos de 2008, el Arzobispo dijo que "en ese entonces la rabia de los extremistas se plasmaba en la destrucción de los bienes de los católicos, ahora es un ataque directo contra las personas. (…) Ruego a Dios que todo esto termine pronto y se vuelva a la razón".
El Prelado indio dijo además que "los católicos en Orissa son una pequeña comunidad, cerca del uno por ciento de la población. Nuestros fieles apoyan todos una convivencia pacífica con los que pertenecen a otros credos y tienen, cuando es posible, buenas relaciones con los vecinos hindúes".
La situación actual
La agencia vaticana Fides señala que la situación interreligiosa en el estado de Orissa está actualmente bajo control, pero sigue siendo necesaria la vigilancia, sobre todo en el control de los grupos extremistas hindúes.
En los últimos meses, las organizaciones civiles y las iglesias cristianas han obtenido de las autoridades que al líder extremista hindú Pravin Togadia, de la organización "Vishva Hindu Parishad (VHP - Consejo Mundial Hindú), le quede prohibido entrar en el distrito de Kandhamal.
Se teme que los discursos de Togadia puedan provocar nuevos actos de violencia. Togadia a menudo había visitado la zona en 2008, en particular, en la víspera de la violencia anticristiana.