El Secretario de Estado de la Santa Sede, el Cardenal Pietro Parolin, mantuvo una conversación este martes 8 de marzo con el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, a quien transmitió el deseo del Papa Francisco de poner fin a la guerra en Ucrania.
Durante la conversación telefónica, el Cardenal subrayó el llamamiento del Papa Francisco por la paz y confirmó la disponibilidad del Vaticano para realizar cualquier tipo de mediación entre Ucrania y Rusia.
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Según informó Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa del Vaticano, "el Cardenal transmitió la profunda preocupación del Papa Francisco por la guerra en curso en Ucrania y reafirmó lo que el Papa dijo el domingo pasado en el Ángelus".
"En particular, reiteró su llamamiento para que cesen los ataques armados, para que se establezcan corredores humanitarios para los civiles y los socorristas, y para que la violencia de las armas sea sustituida por las negociaciones", informó Matteo Bruni.
"Se hizo especial hincapié en las cuestiones humanitarias relacionadas con el conflicto, incluidas las medidas de protección de la población civil, la organización y puesta en marcha de corredores humanitarios y la asistencia a los refugiados", señaló.
En este sentido, al concluir la llamada telefónica, el Cardenal Parolin reafirmó la voluntad de la Santa Sede de "hacer todo lo posible para ponerse al servicio de esta paz".
Fue la agencia de noticias Interfax la encargada de informar sobre esta llamada telefónica, confirmada posteriormente desde la Santa Sede, donde se detalló que "las partes expresaron su esperanza de que la próxima ronda de conversaciones entre Moscú y Kiev tenga lugar pronto y que se llegue a un acuerdo sobre cuestiones clave".
Por su parte, tal y como informó Vatican News, el entorno del Lavrov explicó que durante la llamada telefónica, el ministro de Rusia informó al Secretario de Estado de la Santa Sede "los motivos rusos en relación a las causas y objetivos de la operación militar especial llevada a cabo en Ucrania".
Utilizaron por tanto el término "operación militar", una definición contraria a la elegida por el Papa Francisco, que en más de una ocasión ha reiterado que se trata de "una guerra".