Durante la Misa celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco advirtió que no se ha cumplido con todo lo que el Espíritu Santo pidió en el Concilio Vaticano II porque se ha preferido mayormente ceder a la tentación de la comodidad que seguir lo que inspiró Dios a los padres conciliares.
Durante su homilía, el Santo Padre recordó que el Espíritu Santo siempre "nos mueve, nos hace caminar, empuja la Iglesia a ir hacia delante". Sin embargo, "somos como Pedro en la Transfiguración: '¡Ah, qué bien estamos aquí, todos juntos!'".
"Que no nos molesten. Queremos que el Espíritu Santo se adormezca… queremos 'domesticar' al Espíritu Santo. Y eso no funciona. Porque Él es Dios, Él es ese viento que va y viene y no sabes de dónde. Es la fuerza de Dios, es quien nos da consuelo e impulso para seguir adelante. Pero… ¡seguir adelante! Es eso lo que fastidia. La comodidad es mejor", expresó.
Según informó News.va, Francisco advirtió que eso continúa hoy en día, pues aunque parece que "estamos todos contentos" por la presencia del Espíritu Santo, eso "no es cierto".
"Esta tentación es todavía actual. Un solo ejemplo: pensemos en el Concilio: el Concilio fue una hermosa obra del Espíritu Santo. Piensen en el Papa Juan: parecía un párroco bueno y fue obediente al Espíritu Santo y convocó el Concilio. Pero después de 50 años, ¿hemos hecho todo lo que nos ha dicho el Espíritu Santo en el Concilio? ¿En esa continuidad del crecimiento de la Iglesia que fue el Concilio? No".
"Festejemos este aniversario, hagamos un monumento, pero que no nos moleste. No queremos cambiar. Es más: hay voces que quieren ir hacia atrás. Esto se llama ser testarudos, eso se llama querer domesticar el Espíritu Santo, eso se llama convertirse en insensatos y tardos de corazón", advirtió.
El Santo Padre señaló que lo mismo ocurre en la vida personal. "El Espíritu nos empuja a recorrer un camino más evangélico", pero nosotros nos resistimos.
Francisco exhortó a los fieles a "no oponer resistencia al Espíritu Santo. ¡Es el Espíritu quien nos hace libres, con esa libertad de Jesús, con esa libertad de los hijos de Dios!".
"Es ésta la gracia que yo quisiera que todos nosotros pidiéramos al Señor: la docilidad al Espíritu Santo, a ese Espíritu que viene a nosotros y nos hace avanzar en el camino de la santidad, esa santidad tan bella de la Iglesia. La gracia de la docilidad al Espíritu Santo", expresó el Papa.