La iglesia del Sagrado Corazón es una histórica y conocida edificación construida en 1963 en el oeste de la ciudad de San Antonio, Texas (Estados Unidos); sin embargo, con el paso del tiempo la infraestructura empezó a mostrar deterioro que ponía en riesgo a la comunidad.
En declaraciones a KSAT.com, agencia de noticias de San Antonio, el párroco de la Iglesia, P. Frederic Mizengo, dijo que los bancos de madera se habían convertido en un problema de responsabilidad para la comunidad por estar agrietados y astillados, y que el piso y los baños también "estaban en mal estado".
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Además, informó que se requería una nueva valla de seguridad para reemplazar la maltratada valla de alambre, lo que representaba un problema de seguridad. Algunos feligreses informaron que se les acercaron extraños y se encontraron algunas jeringas.
"Fue una situación incómoda", dijo Perry Cross, supervisor del proyecto para la renovación y veterano retirado del ejército de Detroit.
Cross dijo que se ofreció como voluntario después de que el jefe de su esposa, el exalcalde de San Antonio, Henry Cisneros, también feligrés de la iglesia del Sagrado Corazón, le pidiera que supervisara el trabajo.
Cisneros llevó implementos que se necesitaban a la Arquidiócesis de San Antonio y luego se encargó de organizar los esfuerzos de recaudación de fondos para la renovación de la Iglesia.
"Las renovaciones fueron importantes para la moral de los feligreses", pues ellos pudieron encontrar esperanza en el progreso de la renovación de la Iglesia, "durante los tiempos más difíciles en Estados Unidos hoy", señaló Cross.
Sin embargo, dado que la iglesia del Sagrado Corazón está ubicada en la zona oeste de la ciudad, presentan grandes necesidades económicas. "No tenemos suficientes ingresos. Tuvimos que ir a la Arquidiócesis para pedir un préstamo", dijo el P. Mizengo.
Si bien se obtuvo un préstamo de 200 mil dólares, este tiene un interés del 2% que deberá ser devuelto. "Sería una bendición tener algunas donaciones", dijo Lisa Martínez, quien está ayudando a supervisar los esfuerzos de recaudación de fondos.
"Sabemos que muchas personas nos han ayudado, personas de buena voluntad", que incluso han brindado ayuda no solo financiera, dijo el P. Mizengo.
