El afamado sacerdote y teólogo español José Antonio Fortea remarcó la importancia de que los sacerdotes vistan la sotana, como un signo de consagración a Dios y de servicio a los fieles.
En entrevista con ACI Prensa durante su visita a Perú, donde participó en la solemnidad del Corpus Christi en la ciudad de Trujillo, en la costa norte del país, el P. Fortea indicó que "los clérigos deben vestir al modo que los más ejemplares sacerdotes visten en esas tierras, porque ir identificado es un servicio".
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Tras subrayar que es potestad de la Conferencia Episcopal de cada país determinar cuál es el mejor signo sacerdotal, el P. Fortea indicó que "mi recomendación acerca de este tema es que el sacerdote se identifique como tal".
En efecto, el Código de Derecho Canónico, en su artículo 284 indica que "los cleìrigos han de vestir un traje eclesiaìstico digno, según las normas dadas por la Conferencia Episcopal y las costumbres legiìtimas del lugar".
Por otra parte, la Congregación para el Clero, en su "Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros", expresó que "el no usar el traje eclesiástico por parte del clérigo puede manifestar un escaso sentido de la propia identidad de pastor, enteramente dedicado al servicio de la Iglesia".
"En una sociedad secularizada y tendencialmente materialista, donde tienden a desaparecer incluso los signos externos de las realidades sagradas y sobrenaturales, se siente particularmente la necesidad de que el presbítero, hombre de Dios, dispensador de Sus misterios, sea reconocible a los ojos de la comunidad, también por el vestido que lleva, como signo inequívoco de su dedicación y de la identidad del que desempeña un ministerio público", señala el documento vaticano.
El P. Fortea subrayó que "no vamos identificados porque nos guste. A lo mejor nos gusta, a lo mejor no nos gusta. Vamos (identificados) porque es un servicio para los fieles, es un signo de consagración, nos ayuda a nosotros mismos".
El presbítero reconoció la dificultad de que a un sacerdote a quien desde el seminario no se le enseñó sobre el valor del hábito de usar la sotana, cambie después, sin embargo precisó que en los últimos años esto "ha ido cambiando a mejor".
"Es fácil mantenerlo (el hábito), es difícil empezarlo. Pero el sacerdote debe ir identificado", señaló.
Al consultarle si la costumbre de no usar la sotana guarda alguna relación con la Teología Marxista de la Liberación, el P. Fortea señaló que "ahora ya las cosas han cambiado".
"Fue en los años 70, 80, en que todos estos sacerdotes que se veían a sí mismos más como personas que ayudaban a la justicia social. Allí no tenía sentido el hábito sacerdotal, el hábito sacerdotal tiene sentido como signo de consagración".
Para el famoso teólogo, "ahora ya ha pasado eso, pero ha quedado la costumbre de no vestirse y claro, es difícil, yo entiendo que es difícil. Pero estas cosas están cambiando poco a poco".