El sacerdote Rubén Pérez Ayala, gravemente herido en la explosión de gas que tuvo lugar ayer miércoles 20 de enero en la parroquia de la Virgen de la Paloma en Madrid, falleció en la madrugada de este jueves 21 de enero por las heridas sufridas.

Según informó la Archidiócesis de Madrid por medio de un comunicado, el joven sacerdote, de 36 años y perteneciente al Camino Neocatecumenal, recibió la unción en el hospital de La Paz, donde se encontraba hospitalizado, de manos de su hermano Pablo, sacerdote diocesano.

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El Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro Sierra, ofreció sus oraciones por el sacerdote, por su familia y por los demás fallecidos en la explosión.

"Esta noche ha muerto el joven sacerdote Rubén Pérez Ayala, al que ordené hace apenas siete meses. Agradezco su vida de entrega a Cristo y a su Iglesia. Rezo por su familia. Pido también por los otros fallecidos tras la explosión en La Paloma y por todos los afectados", fue el mensaje del Cardenal Osoro en su perfil oficial de la red social Twitter.

 

 

 

El Papa Francisco también expresó su pésame por los fallecidos en un telegrama enviado ayer por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, al Cardenal Osoro: "El Santo Padre, tras conocer la dolorosa noticia de la grave explosión ocurrida en un edificio de la calle Toledo en Madrid, desea hacer llegar a vuestra eminencia, al clero y a todos los hijos de ese amado pueblo, su cercanía y afecto en estos duros momentos".

Tras el fallecimiento del P. Rubén son 4 los fallecidos en el dramático accidente que se produjo como consecuencia de una fuga de gas en la calle frente al edificio parroquial, situado en el número 98 de la calle Toledo, en pleno centro histórico de la capital de España. El edificio ha quedado destruido parcialmente.

En la explosión falleció también el feligrés David Santos, de 35 años y amigo personal del P. Rubén. También él pertenecía al Camino Neocatecumenal. David deja viuda y cuatro hijos.

Los otros dos fallecidos, un hombre joven y una anciana, eran viandantes a los que la explosión sorprendió cuando caminaban frente al edificio parroquial.

La Archidiócesis de Madrid explicó que el edificio afectado acogía las residencias de los sacerdotes, salones parroquiales y locales de Cáritas.

Junto al edificio se ubican la residencia de ancianos Los Nogales, gestionado por la parroquia, y el Colegio de La Salle. En ambos edificios no se han producido víctimas ni heridos y tanto los ancianos como los niños, y el personal de ambas instituciones, han podido ser evacuados sin incidentes.

El P. Pérez Ayala había sido ordenado el 16 de junio de 2020 por el Cardenal Osoro tras formarse en el seminario Redemptoris Mater de Madrid.

 

 

 

Por esos días compartió a Infomadrid que "cuando era más joven, por dentro estaba en un combate interno muy fuerte; tenía muchos problemas". Sin embargo, "me he encontrado a lo largo de mi vida con varios sacerdotes que me han ayudado", y siempre "me intrigaba su forma de vivir y la alegría que tenían".

"Solo cuando me di cuenta de que Cristo me llamaba a entregar toda mi vida sin guardarme nada para mí, fui capaz de vivirlo con alegría", dijo. Luego aseguró que cuando uno se entrega al Señor y a los demás, "vives mejor".

En una entrevista del sacerdote fallecido a la web del Arzobispado declaró que "he tenido la experiencia a lo largo de este tiempo de seminario de que la felicidad no está en vivirlo todo para uno mismo, sino en donarse a los demás".

La parroquia de la Virgen de la Paloma fue su primer destino tras su ordenación sacerdotal.