Dos extrabajadoras de la Catedral-escuela de Saint Patrick en Melbourne (Australia) expresaron serias dudas de que el Cardenal George Pell haya cometido los abusos sexuales de los que se le acusa y por los cuales está actualmente encarcelado.
Lil Sinozic y Jean Cornish también lamentaron que los abogados defensores no las hayan citado para testificar en el juicio, en el cual el Cardenal Pell siempre se declaró inocente. Ambas trabajaron casi todos los domingos en la catedral en 1996
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El Cardenal de 78 años fue declarado culpable de abusar en 1996 de dos acólitos en la sacristía de la catedral luego de haber celebrado Misa un domingo, revestido con las vestimentas litúrgicas, cuando era Arzobispo de Melbourne. La defensa del Purpurado señaló durante el juicio que, bajo las circunstancias de ese día, cometer un crimen así era "simplemente imposible".
Sinozic, exprofesora y asistenta del P. Charles Portelli, que era el maestro de ceremonias del Cardenal Pell, comentó a CNA que era prácticamente imposible que ocurrieran los abusos de los que se acusa al Purpurado.
"Sé a ciencia cierta que lo que han descrito no podría haber pasado, dada la situación en la sacristía luego de la Misa. Decir que los abusos ocurrieron en un lapso de cinco minutos y que nadie vio ni oyó nada es ridículo. No sé por qué el jurado creyó lo contrario", dijo Sinozic a CNA.
Los fiscales sustentaron su acusación en el testimonio de una de las supuestas víctimas que dijo haber sufrido dos episodios de abusos por parte de Pell. La otra supuesta víctima falleció en 2014, pero años antes le había dicho a su madre que nunca ocurrió un abuso cuando era miembro del coro.
Aunque Sinozic no estuvo el día de los supuestos hechos, explicó a CNA que conoce bien la rutina de las misas dominicales. "Normalmente el arzobispo salía de la catedral y pasaba al menos media hora, o una hora completa, saludando y conversando con la gente", indicó.
"Particularmente entonces, cuando él era nuevo, todos sentían curiosidad y querían conocerlo. Entonces pasaba buen rato conversando con la gente. Y luego lo seguían sus ayudantes, el maestro de ceremonias, otras personas, y la sacristía estaba siempre llena después de Misa, como se podrán imaginar", relató.
La exprofesora comentó que Cornish "patrullaba todo el tiempo" la zona alrededor de donde habrían ocurrido los abusos porque había un problema con los turistas que querían ingresar a la sacristía durante la Misa.
Cornish, que era la directora de la escuela Good Shepherd junto al templo, también se encargó en 1996 de las celebraciones de la catedral que iba a cumplir 100 años.
La exdirectora indicó que el área donde se supone ocurrieron los abusos era "la que más gente tenía y la más expuesta" en la sacristía. También resaltó que el Cardenal Pell no estaba solo ni antes, ni durante ni después de la Misa dominical.
"George es demasiado inteligente para hacer algo tan estúpido. ¿Por qué haría algo así?, considerando que cualquiera podría pasar en cualquier momento", cuestionó.
Además de la Misa de la mañana, había otra en la noche y eso implica que ya había personas dejando todo listo para esa celebración. Las supuestas víctimas, dijo Sinozic, "no mencionaron nada durante 22 años. ¿Por qué ahora de pronto lo hacen?", preguntó.
Sinozic cuestiona que ninguna de las dos supuestas víctimas hubiera corrido o gritado para pedir ayuda. Documentos de la corte señalan que ambos, entonces de 13 años, "hicieron algunas objeciones pero no gritaron. Estaban en shock y llorando. Mientras eran abusados, el Cardenal Pell les dijo que estén tranquilos, tratando de detener su llanto".
El Cardenal tendrá la posibilidad de acogerse a la libertad condicional luego de cumplir tres años de los seis de la condena. Ahora está en confinamiento solitario y no puede celebrar Misa.
Sobre el hecho de que no testificaron en el proceso, Cornish dijo que "Lil Sinozic y yo habríamos podido dar una perspectiva amplia y de largo plazo de las labores de la catedral, desde una perspectiva femenina. Sin embargo, acepto que en ese momento los abogados tal vez pensaron que no podríamos añadir nada".
Los abogados del Cardenal no contestaron al pedido de CNA para obtener una declaración.
"Pell aparece en la televisión como arrogante y frío, pero él no es así. La gente se ha hecho una idea equivocada de él y no lo soportan no sé por qué. Entonces se alegraron de culparlo y usarlo como chivo expiatorio de todos aquellos que sí hicieron algo", comentó Sinozic.
"Nada podrá convencerme de que el Cardenal fue capaz o tuvo alguna inclinación a cometer este crimen. Es el hombre más bueno que conozco", comentó a su turno Cornish.
"Él es un hombre que ve las cosas en blanco y negro. Dice lo que piensa, siempre enseñó lo que es correcto y no es tonto. Es un hombre familiar, igual en casa o en presencia de mujeres, hombres y niños", concluyó.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA