El Arzobispo mayor, Sviatoslav Shevchuk, líder de la Iglesia greco-católica ucraniana, se dirigió por vídeo a los participantes de un encuentro online y presencial organizado por el Pontificio Instituto Oriental de Roma el 29 de marzo, donde aseguró que la población que sobrevive lo hace "sólo por un milagro continuo".
El Patriarca no pudo evitar emocionarse al describir la situación que se está viviendo en Kiev, la capital de Ucrania, donde la población ha sufrido el bombardeo ruso durante más de un mes.
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"Discúlpenme por las lágrimas", dijo el Arzobispo mayor, quien aseguró que "con mi pueblo, siento el deber de ser un predicador de la esperanza".
Desde que los soldados rusos invadieron Ucrania el pasado 24 de febrero, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk ha ido publicando cada día un vídeo mensaje que se ha convertido en una importante fuente sobre lo que está ocurriendo en Ucrania.
El Patriarca explicó que estos mensajes "eran espontáneos, sólo para que todos supieran que estoy vivo, que la ciudad de Kiev está viva".
"Algunos han dicho, según he leído, que me he escondido en un búnker. Esto me hace reír, porque no tenemos un búnker", dijo el Arzobispo. Añadió que tal vez algunos políticos tengan un búnker, "yo sólo tengo mi catedral con una cripta".
El Arzobispo mayor dijo también que el día de la invasión, con sus sacerdotes intentó averiguar qué podían hacer para ayudar. Había puentes cerrados y muchas personas que trataban de salir de la ciudad quedaron atrapadas, y se presentaron en la catedral para refugiarse. "Recibimos a casi 500 personas con las manos vacías", relató.
"Vivimos estos primeros días juntos, con miedo, con esta invasión, sin saber qué decir", explicó entre lágrimas el líder de la Iglesia greco-latina ucraniana durante la videoconferencia.
El Patriarca calificó de milagro haber podido contar su historia desde Kiev y dijo que "nadie entiende cómo hemos podido resistir durante tanto tiempo. Es la fuerza del pueblo ucraniano la que sorprende al mundo, sorprende a todos".
"Todos los días nos bombardean. Es un milagro que tengamos luz e internet para estar en conexión con vosotros. Es un milagro, aseguró con lágrimas en los ojos. "Porque todos los días lanzan cohetes y misiles para destruir la infraestructura de las ciudades de Ucrania".
También señaló la grave destrucción que las fuerzas rusas están causando en las ciudades, destruyendo incluso monumentos e iglesias. Explicó que dos templos son destruidos cada día en Ucrania y que los sacerdotes están siendo asesinados.
"Hermanos y hermanas", subrayó, "sabéis que todo lo podemos volver a tener", como casas y ayudas económicas; "pero los sacerdotes que han matado no los volveremos a tener", y denunció que "se está derramando sangre inocente".
"Nuestras parroquias se han convertido en centros humanitarios", explicó, e indicó que los espacios de la Iglesia se han abierto para acoger a la gente, proporcionar ayuda y dar consejo. "¿Qué hace la Iglesia? La Iglesia reza, acoge y distribuye bienes", explicó.
Su Beatitud Shevchuk agradeció al Papa Francisco la consagración del 25 de marzo al Inmaculado Corazón de María y aseguró que la presencia de la Virgen Inmaculada es "muy importante" para los ucranianos, "que sobreviven a este momento sólo por la fuerza sobrenatural"
"Hay un choque apocalíptico entre el bien y el mal que está ocurriendo ante nuestros ojos. Estamos sobreviviendo sólo por un milagro continuo", afirmó.
Deportaciones forzadas a Rusia
En su videomensaje del 29 de marzo, el Arzobispo mayor también se refirió a los informes de que los residentes de las ciudades ucranianas asediadas estaban siendo deportados por Rusia. "Me llegan varias voces llenas de llanto y desesperación, en particular, de aquellos que son deportados a la fuerza de suelo ucraniano".
"Hemos oído hablar de tales deportaciones de residentes de los suburbios de Mariupol y de los barrios ocupados de esta ciudad. Pero lo mismo está ocurriendo en ciudades como Maryanka, Volnovakha y otras ciudades y pueblos de Donbás. Ciudades y pueblos que se han convertido en ciudades fantasma".
"La gente es deportada a la fuerza a Rusia, se les confiscan los pasaportes, se les expiden documentos temporales y se les lleva a la isla de Sajalín, en el extremo oriental de Rusia, donde no se les permite salir de este lugar designado para el exilio durante dos años", lamentó.
"Vemos que al igual que naciones enteras fueron deportadas de sus tierras bajo Stalin, lo mismo se repite hoy en suelo ucraniano".
"Hago un llamamiento al mundo entero para que defienda a nuestro pueblo ucraniano de la manera que pueda, para que los ucranianos puedan vivir en su tierra natal. Y para que nadie los lleve al cautiverio, como han hecho durante siglos", pidió el Patriarca.
Traducido y adaptado por Almudena Martínez-Bordiú. Publicado originalmente por CNA.