La enfermera católica Paige Casey acusó a la cadena de farmacias CVS de despedirla de forma ilegal y arbitraria, luego de negarse a facilitar a sus clientes sustancias abortivas.
El 1 de abril de 2022, MinuteClinic Diagnostic de Virginia (Estados Unidos), parte de la cadena de farmacias CVS, despidió a Paige Casey, una enfermera católica que trabajó ahí por más de tres años y medio.
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El motivo de su despido fue que la joven, por razón de su fe católica, presentó una objeción de conciencia escrita para negarse a administrar o prescribir medicamentos abortivos a sus pacientes.
El despido ocurrió dos días después de que Casey recibiera un aumento de sueldo por su excelente desempeño laboral.
La organización de defensa legal cristiana Alliance Defending Freedom (ADF), que representa a Casey, presentó una demanda contra MinuteClinic ante el Tribunal de Circuito del Condado de Prince William, Virginia.
En la demanda, ADF señala que no es la primera vez que ella expresa su rechazo a facilitar el aborto en la clínica, y que desde, el año pasado, sus empleadores dejaron de respetar sus derechos.
ADF indicó que en sus primeros tres años como trabajadora, MinuteClinic había respetado su objeción de conciencia y libertad, y la había eximido de "prescribir o administrar medicamentos que provocan abortos".
Sin embargo, denunció que desde diciembre de 2021 "MinuteClinic dejó de respetar abruptamente los principios religiosos" de la enfermera, y que la despidió de forma arbitraria, incluso pese a que no hubo "quejas o incidentes" relacionados.
ADF subrayó en la demanda que este "despido injustificado" está violando "las disposiciones expresas y la política pública de la Cláusula de Conciencia del Código de Virginia".
Esta cláusula protege la libertad de conciencia de los ciudadanos del estado Virginia, en especial del personal de salud, pues los exime de la obligación de participar en procedimientos que resulten en abortos si se niegan por escrito a hacerlo por motivos personales, éticos, morales o religiosos.
En ese sentido, ADF exigió a la clínica que remedie los daños y perjuicios que Casey "sufrió a su derecho de conciencia" y también, a nivel económico.
Por su parte, el director ejecutivo de comunicaciones corporativas de CVS Health, Mike DeAngelis, dijo a Fox News Digital que "no es posible otorgar una adaptación que exima a un empleado de realizar las funciones esenciales de su trabajo", y que MinuteClinic tiene como servicio esencial "la prevención del embarazo".
ADF recordó que "las grandes corporaciones no pueden despedir a los empleados que quieren vivir de manera coherente con su fe".
La organización legal cristiana señaló que la enfermera "ama su trabajo", y que como católica "no puede recetar medicamentos que terminen con la vida" de sus pacientes, sino brindar una "buena atención médica" y proteger "el derecho a la vida que tiene toda persona".
Además, sostuvo que "obligar a los enfermeros practicantes, médicos y otros profesionales de la salud a abandonar su profesión debido a sus convicciones religiosas" implica que existan "menos profesionales de la salud capacitados para atendernos a nosotros y a nuestros seres queridos".
Para ayudar a pagar la defensa legal de Casey ante la millonaria corporación, la organización sin fines de lucro ADF lanzó una campaña de recolección de fondos.
Además, anunció que gracias a una "generosa familia cristiana", toda donación será duplicada.
Si desea apoyar la defensa legal de Casey puede ingresar a: