Un padre de familia ha sido arrestado en Alemania por negarse a enviar a su hija a clase de educación sexual con ideología de género en las que, entre otras cosas, se enseña a los niños pequeños a "tocarse y conocerse", que su identidad sexual es "algo que deben reflexionar" y que diversas perversiones sexuales son "normales".
En declaraciones a Radio Vaticano, un maestro italiano que trabaja desde hace 27 años en Alemania, Andrea Rebeggiani, explica que lo que ha sucedido con este padre de familia, Eugene Martens, "no es nuevo. Ya ha sucedido hace algunos años con otras familias de confesión bautista cuyos hijos recibían estas clases de educación sexual y que eligieron que sus pequeños recibieran esta formación en casa".
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El 24 de octubre un oficial de policía se presentó en la puerta de la familia Martens en Eslohe, un pequeño municipio de la Renania del Norte-Westfalia. La autoridad llegó a arrestar a su esposa y madre de sus nuevo hijos, Luise. Ya sabía que llegaban para eso porque él mismo había sido arrestado por la misma razón el 15 de agosto de 2013.
La orden de arresto llegaba por no enviar en dos oportunidades a su hija a la lección de educación sexual prevista para la escuela primaria.
El año pasado Luise no fue encarcelada junto a su marido porque estaba embarazada. Este año, el oficial de policía no se la ha "llevado por la fuerza, como debería" porque sigue amamantando al último hijo. "Sin embargo, esto no acaba aquí. La oficina de la fiscalía hará aplicar la decisión del juez".
En Alemania estos casos son cada vez más comunes y, en algunas oportunidades, han llegado hasta la Corte Europea de Estrasburgo para exigir que se respete el derecho de los padres a elegir la manera y el contenido para la educación de sus hijos.
Andrea Rebeggiani explica que la oposición de los padres se da porque consideran que la educación sexual basada en la "ideología de género" perjudica a sus hijos, una perspectiva que el gobierno alienta en todos los niveles educativos de manera obligatoria.
La ideología de género pretende afirmar que en el mundo actual la diferencia entre hombre y mujer es un hecho social (una construcción) antes que algo biológico. Con esa perspectiva, la llamada "orientación sexual" tiene más peso que el sexo biológico de las personas.
Rebeggiani explica que en Alemania "la ideología de género ha entrado en todos los ámbitos y es aceptada acríticamente como la verdad y como una buena base para liberar la personalidad de los hijos, haciéndola crecer 'mejor, más libre y autónoma'".
La detención del padre de familia, prosigue el maestro, se da porque existe una ley que prohíbe la posibilidad de instruir a los hijos en casa. "Esta ley prevé la multa o el arresto para los padres que rechacen enviar a la escuela a los hijos para estas lecciones".
En este caso, precisa Rebeggiani, "no se trata de padres que no mandan a sus hijos a la escuela sino que no los mandan a estas lecciones" de educación sexual con ideología de género.
El profesor recuerda luego el caso de una pequeña niña de menos de cinco años que "volvía a casa confundida. Tras informarse, los padres descubrieron que a los chicos de su clase los educaban sexualmente para tocarse y conocerse. Protestaron antes los maestros y retiraron de las clases a su niña".