La Conferencia Episcopal Alemana eligió al Obispo de Limburgo, Mons. Georg Bätzing, como su nuevo presidente por un período de seis años, reemplazando al Cardenal Reinhard Marx.
La elección del Mons. Bätzing se confirmó el martes 3 de marzo, luego de que los obispos alemanes votaron en su asamblea de primavera, que actualmente se desarrolla en Mainz, una ciudad situada en el suroeste de Alemania.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
CNA Deutsch –agencia en alemán del Grupo ACI– informó que en las dos primeras votaciones ninguno de los candidatos obtuvo la mayoría necesaria de dos tercios, por lo que Mons. Bätzing fue elegido en la tercera votación con una mayoría simple.
En su primera aparición ante la prensa, el nuevo presidente reafirmó el apoyo de la conferencia al "camino sinodal" en curso, que se lleva a cabo en asociación con el Comité Central de Católicos Alemanes (ZdK).
"En el centro de nuestras consideraciones está el 'camino sinodal'. Lo apoyo totalmente", dijo Mons. Bätzing el martes.
El llamado camino sinodal vinculante se abrió formalmente durante la primera semana de Adviento de 2019, pero la primera reunión de la asamblea sinodal se convocó en enero. Los grupos de trabajo de la asamblea ofrecerán cambios propuestos a varios aspectos de la enseñanza y la disciplina de la Iglesia, incluyendo la ordenación de mujeres, el celibato clerical y la sexualidad humana.
Mons. Bätzing, de 58 años, fue nombrado obispo el 13 de septiembre de 2016.
El martes se le preguntó a Mons. Bätzing si algunos de los objetivos del proceso sinodal, en particular la ordenación de mujeres, ya no habían sido descartados por el Papa Francisco en su reciente exhortación apostólica "Querida Amazonia".
"Por el contrario", dijo el Prelado, explicando que, desde su punto de vista, el Papa "no tomó una posición" sobre una serie de preguntas planteadas en el documento sinodal final sobre la Amazonía, y no descartó ninguna conclusión eventual del proceso alemán.
El año pasado, el Papa Francisco escribió una carta a toda la Iglesia en Alemania, advirtiendo que la Iglesia no debe ajustarse a la moral y el pensamiento seculares modernos. El Pontífice advirtió contra "un nuevo pelagianismo" que busca "poner en orden y en sintonía la vida de la Iglesia adaptándola a la lógica presente o la de un grupo particular".
El resultado de tales errores, dijo el Pontífice, sería un "buen cuerpo eclesial bien organizado y hasta 'modernizado' pero sin alma y novedad evangélica".
Posteriormente, los funcionarios del Vaticano informaron a la conferencia de los obispos alemanes que los planes sinodales "no son eclesiológicamente válidos" y pidieron que se revisen sustancialmente.
Como presidente de la conferencia, Mons. Bätzing ahora copresidirá la asamblea sinodal, junto con el liderazgo de ZdK.
El mes pasado, Mons. Bätzing fue elegido para copresidir el grupo de trabajo sinodal junto con Birgit Mock, la portavoz de política familiar de ZdK.
ZdK ha pedido una revisión total de la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad y la bendición de las relaciones entre personas del mismo sexo en las iglesias.
En septiembre de 2019, Mons. Bätzing copresidió un grupo de trabajo ecuménico de teólogos católicos y protestantes que produjo el documento "Juntos en la mesa del Señor", que concluyó que "la participación mutua en la celebración de la Cena/Eucaristía del Señor es teológicamente justificado".
En la Iglesia Católica, solo los católicos bautizados en estado de gracia pueden recibir la Comunión. El Código de Derecho Canónico describe circunstancias muy limitadas en las cuales los no católicos pueden ser admitidos a la Comunión. En varios países del norte Europa los obispos han pedido la intercomunión eucarística, pero esto ha sido rechazado por Roma.
Al reconocer esto en el momento de la publicación del informe, Mons. Bätzing dijo que su propia certeza sobre este tema no significaba que esté libre de alterar la disciplina sacramental.
"Sin embargo, esto no significa que soy un obispo solo, sino que la discusión teológica ahora debe elevarse al nivel de una recepción de enseñanza, es decir, una aceptación por parte del Magisterio de la Iglesia Católica. Y este proceso está pendiente", dijo.