El Papa Francisco afirmó este lunes, Día Mundial del Medio Ambiente 2023, que en el Vaticano "el plástico está prohibido" y subrayó que la contaminación causada por este material constituye una amenaza para la vida.
El Santo Padre abordó la problemática de la contaminación provocada por el plástico en el mar este 5 de junio, durante una audiencia con los promotores de la cuarta edición del Festival Verde y Azul, que se celebrará en Milán (Italia) del 19 al 20 de octubre de 2023. El objetivo de la iniciativa es promover una gran plataforma de comunicación que ofrezca soluciones concretas sobre el medio ambiente para este siglo.
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El Papa recordó asimismo que este lunes había recibido en una audiencia privada a Christopher John Kempczinski, presidente de la McDonald's Corporation, la cadena de restaurantes de comida rápida, y mencionó un detalle relacionado con la política de protección del medio ambiente aplicada en la Ciudad del Vaticano.
"Hoy han venido los del grupo McDonald's, el restaurantero, y me han dicho que han abolido el plástico y todo se hace con papel reciclable, todo... En el Vaticano el plástico está prohibido. Y hemos conseguido el 93%, me dijeron, sin plástico. Son pasos, verdaderos pasos que debemos continuar", sostuvo.
Más de cincuenta años después de la primera conferencia sobre el medio ambiente en Estocolmo, el 5 de junio de 1972, auspiciada por las Naciones Unidas, muchas cosas han cambiado, explicó el Papa Francisco.
El Sucesor de Pedro recordó asimismo la Conferencia sobre Cambio Climático de París y añadió: "Los expertos dejan claro que las opciones y las acciones puestas en marcha en esta década tendrán repercusiones durante miles de años".
Además, sostuvo que "el fenómeno del cambio climático nos recuerda insistentemente nuestras responsabilidades: afecta en particular a los más pobres y frágiles, a los que menos han contribuido a su evolución. Es primero una cuestión de justicia y después de solidaridad".
El Santo Padre denunció nuevamente la cultura del descarte y la necesidad de "buenas prácticas", siguiendo el ejemplo de los pescadores de San Benedetto del Tronto, en el centro de Italia, quienes, a pesar de los gastos que ello implicaba, decidieron ayudar a la limpieza del mar extrayendo el plástico que caía en sus redes.
Y así narró lo que ellos le habían contado unos años atrás: "Para nosotros al principio la elección era un poco difícil, porque traer plástico en lugar de pescado no nos daba dinero. Pero había algo: que el amor por la creación era mayor. Aquí están el plástico y el pescado... Y así siguieron adelante. ¡Pero cuesta!".
El Papa Francisco indicó que proteger el mar tiene costos: "¡Cuesta dinero! Es necesario acelerar este cambio de rumbo a favor de una cultura del cuidado -como se cuida a los niños-, que ponga en el centro la dignidad humana y el bien común".
Se trata de una cuestión de vida que se nutre de esa "alianza entre el ser humano y el medio ambiente que ha de ser reflejo del amor creador de Dios, del cual procedemos y hacia el cual caminamos", subrayó el Santo Padre recordando unas palabras de Benedicto XVI.
"No robemos a las nuevas generaciones la esperanza de un futuro mejor", concluyó el Sucesor de Pedro.