Este domingo 24 de abril, el Papa Francisco presidirá de forma pública la Misa de la Divina Misericordia en la Basílica de San Pedro, algo que no ocurría desde hace dos años debido a las restricciones de la pandemia.
El Vaticano va recobrando poco a poco la normalidad a dos años del inicio de la pandemia de coronavirus y, a pesar de que todavía se exigen ciertas precauciones para evitar el contagio, el Santo Padre ha vuelto a presidir las ceremonias de Semana Santa ante un gran número de fieles.
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La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que el Papa Francisco celebrará la Misa de este segundo domingo de Pascua a las 10 a.m. (hora local) en la Basílica de San Pedro y no en la iglesia de Santo Spirito de Sassia, como había hecho estos dos últimos años de forma privada.
A esta ceremonia acudirán los cardenales, arzobispos y obispos que se encuentren en Roma, así como las misioneras de la misericordia y otros sacerdotes y religiosos.
El Domingo de la Divina Misericordia
Fue San Juan Pablo II quien el 30 de abril del año 2000 designó el segundo domingo de Pascua como Domingo de la Divina Misericordia.
La celebración de esta fiesta se origina en las revelaciones privadas de Santa Faustina Kowalska, religiosa polaca que recibió mensajes de Jesús sobre su Divina Misericordia en el pueblo de Plock, en Polonia.
San Juan Pablo II canonizó a Santa Faustina y durante la ceremonia dijo que "es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la Palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de 'Domingo de la Divina Misericordia'".
Ese día también es posible obtener la indulgencia plenaria; para ello el fiel debe participar en actos de piedad realizados en honor de la Divina Misericordia con las condiciones habituales de confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.