El Papa Francisco saludó este domingo en el Vaticano a la religiosa colombiana Gloria Cecilia Narvaez Argori, poco después de que fuera liberada tras 4 años y 8 meses de haber sido secuestrada por islamistas en Malí.
El Papa bendijo a Sor Gloria Cecilia antes de una Misa en la Basílica de San Pedro, que dio inicio a un proceso sinodal mundial.
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Sor Gloria, miembro de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, fue secuestrada en el sur de Malí en 2017.
La presidencia de Malí anunció que fue liberada el 9 de octubre después de "cuatro años y ocho meses de esfuerzos combinados de varios servicios de inteligencia".
El gobierno publicó fotografías en las redes sociales de su reunión con la presidenta interino, coronel Assimi Goïta, acompañado por el Cardenal Jean Zerbo, Arzobispo de Bamako (Malí).
"Rezamos mucho por su liberación. Agradezco a las autoridades malienses y a otras buenas personas que hicieron posible esta liberación", dijo el cardenal a la AFP.
En un videomensaje compartido con ACI Prensa el 9 de octubre, Mons. Mario de Jesús Álvarez Gómez, presidente de la Comisión de Misiones de la Conferencia Episcopal de Colombia, dijo que pronto "darán más detalles de esta liberación".
"Damos Gloria a Dios por este momento. Felicitamos a la Congregación, a la Iglesia Universal y agradecemos a las gestiones de la Santa Sede, la Nunciatura Apostólica en Colombia y de la Conferencia Episcopal. Gloria y bendición a Dios por este momento tan gozoso", agregó.
Hombres armados secuestraron a Sor Gloria en Karangasso, a unos 145 kilómetros al sur de la ciudad de San, cerca de la frontera con Burkina Faso, el 7 de febrero de 2017.
Los hombres la obligaron a entregar las llaves de la ambulancia de la comunidad. Posteriormente, el vehículo fue encontrado abandonado. Otras tres hermanas estaban presentes en su casa pero escaparon.
Los secuestradores iban a llevarse a la monja más joven, pero la hermana Gloria se ofreció voluntaria para ocupar su lugar.
La monja colombiana había servido en Malí durante 12 años antes de su secuestro.
Su comunidad administra un gran centro de salud en el país, así como un hogar para unos 30 huérfanos.
En mayo del 2021, la religiosa dio señales de vida con una carta escrita a mano donde pide que oren por ella.
Antes de darse a conocer la carta, la última vez que se supo de ella fue en 2019, cuando en un video la religiosa pidió ayuda al Papa Francisco.
El general Fernando Murillo, detective a cargo de la investigación, reveló que el rapto se realizó con fines de rescate sin un monto económico exacto, que la Santa Sede mediaría su liberación, y que la religiosa tenía problemas de salud "en la pierna y el riñón".
Malí se encuentra actualmente bajo el liderazgo de Goïta, quien lideró dos golpes de estado en un lapso de nueve meses, primero derrocando al presidente electo democráticamente, Ibrahim Boubacar Keïta, en agosto de 2020 y, en mayo de este año, a los líderes interinos que encabezarían la transición del gobierno.
Tras el golpe del 24 de mayo, el tribunal constitucional de Malí nombró a Goita como presidente de transición de Malí hasta que el país celebre elecciones.
La medida atrajo críticas, y los líderes católicos del país la llamaron una "toma del poder fuera del proceso legal".
Malí está luchando contra una insurgencia islamista que comenzó en el norte en 2012 y se ha extendido a Burkina Faso y Níger, con un aumento de los secuestros.
La Agencia Fides informó en septiembre de 2020 que la madre de la Hna. Gloria murió a la edad de 87 años mientras esperaba la liberación de su hija.