En la visita que el Papa Francisco realizó el domingo a la parroquia de Santa Magdalena de Canossa, en Roma, afirmó que lo que más miedo le da son las habladurías y los chismes que también hay en el Vaticano y que destruyen.
"Me da miedo cuando una persona es mala: la maldad de la gente. Cuando una persona –porque todos tenemos la semilla de la maldad dentro, porque es el pecado que te lleva a esto–, cuando una persona elige ser malvada, eso me asusta mucho, porque una persona malvada puede hacer mucho más. Y me asusta cuando en una familia, un barrio, un puesto de trabajo, en una parroquia, también en el Vaticano, cuando se dan los chismes, esto me da miedo".
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"¿Han visto o escuchado en TV lo que hacen los terroristas? Lanzan una bomba y escapan. Hacen esto. Una de las cosas. Los chismes son así: es arrojar una bomba e irse. Y las habladurías destruyen, destruyen. Destruyen una familia, un barrio, una parroquia, destruyen todo. Pero sobre todo los chismes destruyen el corazón. Porque si tu corazón es capaz de arrojar la bomba, eres un terrorista, haces el mal de manera escondida y tu corazón se convierte en corrupto".
El Papa se reunió en la parroquia con los niños de catequesis, quienes saciaron su curiosidad haciéndole varias preguntas sobre qué le da miedo, cuál fue su primer encuentro con Jesús o pidiéndole que cuente algunos momentos bonitos de su vida.
"Si podemos acercarnos a Jesús es porque Él se ha acercado antes a nosotros. Él da siempre el primer paso", respondió a los niños. "Te habla al corazón, te hace entender qué es el amor". Pero si uno no quiere escucharlo "Él permanece. Tiene paciencia. Jesús espera siempre".
Francisco también explicó que para convertirse en Papa no se paga y no se estudia. Al hablar de San Pedro como primer Pontífice, explicó que hizo una cosa "fea": "dijo que no conocía a Jesús, renegó de Jesús". Pero "Jesús elige a quien quiere que haga en ese tiempo; en otro tiempo elige a otro, y a otro, y a otro".
"A mí me gusta, y me gustaba hacer escuela de catequesis y la Misa de niños. Siempre, ser sacerdote es algo que a mí me ha gustado mucho. ¿Qué es más bonito, hacer de Papa o de sacerdote?". "Las dos cosas: lo que Dios quiere. Lo que Dios te da es precioso, porque cuando el Señor te da una misión, un trabajo, ser pastor de una parroquia o de una diócesis, o hacer de Papa, pastor, ahí te da una tarea".
El Papa dijo también a los niños que todos deben llevar la paz al mundo, no solo él. "Se comienza en la familia, en la escuela, con tu compañero, cuando juegas con los otros… siempre paz". Y cuando "los padres discuten… A veces habrán escuchado que papá o mamá discuten sobre algo: esto es normal, esto ocurre".
Francisco los animó a que si ellos discuten deben "hacer las paces antes de que termine el día. Este es un consejo que tienen que dar a vuestros padres". "Las palabrotas no son bellas" pero "¡nunca una blasfemia, nunca!".
"Un momento bonito de mi vida era cuando de niño iba al estadio con mi padre, también venía mi madre, algunas veces, a ver el partido. Los domingos, después de mediodía, después del almuerzo, ir al estadio y regresar a casa", dijo en respuesta a otra pregunta.
Otro ejemplo "es encontrarse con los amigos. Antes de venir a Roma, cada dos meses nos encontrábamos los amigos, compañeros de la escuela". Y también "cuando puedo rezar en silencio, leer la Palabra de Dios: me hace bien, mucho bien".
Francisco habló también de la importancia del diálogo. "Este es el problema, la falta de diálogo y la falta de escucha". "Una de las enfermedades más feas de nuestro tiempo es la poca capacidad de escucha, como si hubiésemos bloqueado los oídos". Por último, invitó a hacer "el apostolado de la oreja" y aprender a escuchar más.