Siguiendo las recomendaciones emitidas por el Gobierno italiano para evitar contagios del coronavirus COVID-19, el Papa Francisco presidirá el rezo del Ángelus y la Audiencia General desde la Biblioteca del Palacio Apostólico y no en la plaza de San Pedro.
En concreto, el Pontífice dirigirá la oración del Ángelus del domingo 8 de marzo desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, y no desde la ventana, para evitar aglomeraciones en la Plaza de San Pedro, así como también la Audiencia General del miércoles 11 de marzo "se llevará a cabo del mismo modo", según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede este 7 de marzo.
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El Vaticano tomó esta decisión "para evitar los riesgos de difusión del COVID-19 provocados por las multitudes de personas durante los controles de seguridad para el acceso a la plaza, como solicitan las autoridades italianas", indicó la nota oficial.
"Para permitir la participación de los fieles", la comunicación vaticana recordó que será posible seguir la transmisión "en directa" del Ángelus y la Audiencia General a través del canal YouTube de Vatican News, en las pantallas gigantes de la Plaza de San Pedro y estará a disposición de los medios de comunicación que lo solicitarán.
Por último, el comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede anunció que la participación a la celebración de la Misa del Papa en la Casa Santa Marta "será suspendida" hasta el domingo 15 de marzo "en conformidad a lo establecido por la Dirección de Salud e Higiene del Vaticano" por lo que "el Santo Padre celebrará en privado la Eucaristía".
Previamente, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, señaló el jueves pasado que el Vaticano estaba estudiando una serie de medidas destinadas "a evitar la difusión" del coronavirus COVID-19 siguiendo las recomendaciones emitidas por el Gobierno italiano en un decreto del 4 de marzo.
Mediante dicho decreto, las autoridades italianas suspendieron las clases en todos los centros educativos hasta el próximo 15 de marzo, estableció una distancia mínima de un metro entre personas y suspendió todos aquellos eventos que impliquen aglomeraciones de personas, entre ellos, los eventos deportivos.
Por su parte, la Diócesis de Roma también acordó una serie de medidas preventivas: la comunión obligatoria en la mano, la suspensión del rito de la paz en la Misa y el vaciado de las pilas de agua bendita. También acordó suspender todos los actos pastorales no sacramentales, como catequesis, ejercicios espirituales o cursos prematrimoniales.