El Papa Francisco nombró al Cardenal Raymundo Damasceno Assis, Arzobispo Emérito de Aparecida, Comisario Pontificio para los Heraldos del Evangelio, después de haber estudiado la documentación de la Visita Apostólica iniciada el 23 de junio de 2017.
La Visita Apostólica y la decisión del Papa de nombrar un Comisario Pontificio se han debido a una serie de carencias "en el estilo de gobierno, la vida de los miembros del Consejo, la pastoral vocacional, la formación de nuevas vocaciones, la administración, la gestión de las obras y la gestión de los recursos", según señaló la Santa Sede por medio de un artículo publicado en Vatican News y difundido por la Sala de Prensa del Vaticano.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Tanto en este caso, como en casos parecidos, la decisión de la Santa Sede no debe considerarse como un castigo, sino como una iniciativa dirigida al bien de las instituciones comisariadas para tratar de resolver los problemas existentes", se afirma en el artículo.
La Visita Apostólica, realizada por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, a las tres ramas de los Heraldos del Evangelio (la Asociación Internacional Pública Heraldos del Evangelio, la Sociedad de Vida Apostólica Clerical Virgo Flos Carmeli y la Sociedad de Vida Apostólica Femenina Regina Viginum), emitió una serie de conclusiones que han sido estudiadas por el Santo Padre antes de tomar su decisión.
Los Heraldos del Evangelio fueron fundados por el sacerdote João Scognamiglio Clá Dias, tras la división de la asociación Tradición, Familia y Propiedad (TFP), fundada en Brasil en la década de 1950 por Plinio Correa de Oliveira.
Los Heraldos fueron reconocidos por el entonces Pontificio Consejo para los Laicos el 22 de febrero de 2001 como Asociación Privada de Fieles de derecho pontificio. Actualmente están presentes en más de 70 países.
El Cardenal Damasceno estará acompañado por Mons. José Aparecido Gonçalves de Almeida, Obispo Auxiliar de Brasilia, y por la hermana Marian Ambrosio, Superiora de las Hermanas de la Divina Providencia en calidad de coadjutores.