El Papa Francisco visitó la tarde de hoy (hora local) a su amigo el Cardenal argentino Jorge María Mejía, de 90 años de edad, que fue internado en la Clínica hospitalaria Pío XI de Roma tras sufrir un infarto.
En conversación telefónica con ACI Prensa, la doctora Enza Burti, directora sanitaria del hospital, explicó que el Papa Francisco llegó por sorpresa y charló con su amigo y los otros tres enfermos que se encontraban en la misma sala del centro de salud.
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El amigo del Papa, el Cardenal Mejía, es de nacionalidad argentina y cumplió años el pasado 31 de enero. Vive en Roma, era Archivero y Bibliotecario de la Santa Sede. Se recupera en el hospital que gestionan las religiosas españolas de San José de Gerona.
Burti refirió que el Papa Francisco bendijo también a todos los enfermos y el personal sanitario, a quienes agradeció su "bonita labor en favor de estas personas".
Posteriormente el Santo Padre visitó la capilla y oró junto a las 13 religiosas españolas del Instituto de las Religiosas de San José de Gerona, quienes gestionan el hospital y a quienes saludó personalmente una por una.
En entrevista con ACI Prensa, la hermana Marina Caro, una de las religiosas que oró junto al Papa, explicó que fue "una sorpresa y una gran emoción que no esperábamos para nada. Una impresión de gran pastor, de mucha sencillez, muy acogedor y muy llano".
La religiosa, natural de Burgos, señaló que han acompañado el rezo del Papa Francisco con el canto en lengua española del "Pescador de hombres", y "luego abandonó la capilla con una gran sonrisa", refirió.
Finalmente, el Papa ha dejado el edificio entre una gran ovación, llena de vivas y aplausos. "Rezad por mi nuevo servicio a la Iglesia", fueron sus últimas palabras.