Durante su visita a Yad Vashem, el Papa Francisco saludó personalmente a seis sobrevivientes del Holocausto nazi, entre ellos un hombre salvado por una familia católica polaca cuando era bebé y una mujer acogida por monjas católicas en Hungría.
En el emotivo momento, que duró varios minutos, el Papa besó las manos de cada uno de los sobrevivientes en señal de humildad y honor, al tiempo que escuchó sus historias y las de sus seres queridos asesinados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
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Uno de los sobrevivientes que saludó al Papa fue Joseph Gottdenker, un judío polaco nacido en 1942 , quien brevemente explicó al Papa cómo fue salvado siendo un niño pequeño por una familia católica que lo escondió durante el Holocausto.
El matrimonio polaco Wladyslaw y Petronela Ziolo lo ocultaron en su casa junto con su madre. Después de ayudar a la madre a escapar e incorporarse a la resistencia polaca, siguieron protegiendo a Joseph y lo criaron como si fuera su propio hijo. La pareja Ziolo fue reconocida posteriormente como Justos de las Naciones por Yad Vashem.
Gottdenker, que ahora vive en Canadá , afirmó después del encuentro que conocer al Pontífice fue más emocionante de lo que esperaba.
"Las personas católicas que me salvaron y arriesgaron la vida de sus familias para protegerme, están mirando hacia abajo hoy y deben estar orgullosas de ver que me encuentro con el líder de su fe", Gottdenker después de la ceremonia.
Según informa la Autoridad para el Recuerdo de los Mártires y Héroes del Holocausto Yad Vashem en su sitio web, los otros sobrevivientes que se encontraron con el Papa son Avraham Harshalom, de 89 años, que fue deportado a Auschwitz en 1943. Sus padres y abuelos fueron asesinados al llegar y su hermano, Sioma, fue enviado a la cámara de gas seis semanas después del arribo al campo. Sobrevivió a los campos de trabajo forzado, en 1945 participó en la lucha contra los nazis que se retiraban de Praga, emigró a Israel y sirvió en la Fuerza Aérea.
Java (Eva) Schik nació en 1939 en Novi Sad, Serbia. En 1942 fue enviada con su hermana mellizas a orillas del Danubio donde se llevó a cabo el asesinato de más de mil judíos y serbios. Java y su hermana Miriam se salvaron.Un oficial austriaco las trasladó a Budapest y arregló para ellas un refugio en el monasterio de Pecs, salvándoles la vida. La madre superiora, hermana Renata, les dio refugio junto con otros dos niños judíos. Toda la familia de Java y Miriam fue asesinada en Auschwitz.
Moshé Ha-Elion nació en Salónica, Grecia, en 1925. Tras la ocupación alemana fue deportado a Auschwitzen abril de 1943. Allí fue asesinada toda su familia. Sobrevivió el campo durante 21 meses y fue liberado por el ejército norteamericano en Austria.
Eliezer (Lolek) Grynfeld nació en Lodz en 1923. En abril de 1940 fue forzado junto con su madre y sus abuelos a trasladarse al gueto establecido en su ciudad natal. Los abuelos murieron y fueron sepultados en el lugar. Durante las acciones de liquidación del gueto en agosto de 1944 fue obligado a realizar trabajos forzados y junto con su madre fue llevado al campo de concentración de Sachsenhausen. Eliezer fue conducido en una "marcha de la muerte" y junto con otros prisioneros consiguió escapar. Se unió a las tropas soviéticas y les prestó ayuda como traductor.
Sonia Tunik-Geron nació en 1924 en Stolpce, Polonia (actualmente en Bielorrusia). En 1941, al producirse la invasión alemana a la Unión Soviética, fue expulsada a un gueto. Escapó y se incorporó a la unidad de partisanos Zhukov, comandada por el jefe judío Lyuba Gi?czyk y vivió en el bosque junto con cientos de combatientes y sus familias hasta 1944. Durante el Holocausto perdió a toda su familia cercana.
Los sobrevivientes le regalaron al Papa Francisco la réplica de una pintura realizada durante el Holocausto por el talentoso niño judío Abraham Koplowicz, cuando solo tenía 13 años. Abraham fue asesinado en Auschwitz a la edad de 14 años. Su madre también pereció en ese campo pero su padre sobrevivió y al volver a su ciudad natal, encontró en el ático de la casa del gueto, en la que habían vivido, la pintura y un cuaderno dejados por su hijo.