El Papa Francisco ha elegido al Arzobispo de Barcelona, Cardenal Juan José Omella, y al presidente de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano, Cardenal Fernando Vérguez, como nuevos miembros del Consejo de Cardenales.
Estos dos españoles forman parte desde este martes del grupo de nueve Purpurados que asesoran de manera directa al Pontífice. España se convierte así en la única nación con dos representantes.
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Junto a ellos, el Papa mantiene en el órgano asesor al Secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin, y al Arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo), Cardenal Fridolin Ambongo Besungu.
También continúan en ese puesto el Arzobispo de Bombay (India), Cardenal Oswald Gracias, y al Arzobispo de Boston (Estados Unidos), Cardenal Sean Patrick O'Malley.
Se incorporan al Consejo el Arzobispo de Quebec (Canadá), Cardenal Gérald Cyprien Lacroix; el Arzobispo de Luxemburgo, Cardenal Jean-Claude Hollerich; y el Arzobispo de San Salvador de Bahía (Brasil), Cardenal Sérgio da Rocha.
Como secretario del grupo asesor de Purpurados se mantiene al italiano Mons. Marco Mellino, Obispo de Cresima.
Han sido relevados el Arzobispo Emérito de Tegucigalpa (Honduras), Cardenal Rodríguez Madariaga; el Arzobispo de Múnich (Alemania), Cardenal Reinhard Marx y el exgobernador del Estado Vaticano, Cardenal Giuseppe Bertello.
Consejo de Cardenales
El Consejo de Cardenales tiene su origen en las Congregaciones Generales que precedieron al cónclave en el que resultó elegido el Papa Francisco.
El organismo está en funcionamiento desde septiembre de 2013, sólo seis meses después de la llegada del argentino al ministerio petrino.
El organismo tiene por objetivo ayudar al Pontífice "en el gobierno de la Iglesia universal", así como "estudiar un proyecto de revisión de la Constitución Apostólica Pastor bonus sobre la Curia Romana", tal como expresó el Papa Francisco.
Los Cardenales que entran a formar parte del conocido como C-9 asesoran a título personal, aunque, como en el caso del Arzobispo de Barcelona, sea el presidente de la Conferencia Episcopal Española.
Por otro lado, al ocupar este cargo, adquieren relevancia entre el Colegio Cardenalicio, lo que pudiera tener importancia en el momento en que se haya de elegir un nuevo sucesor de San Pedro.