El Papa Francisco ha enviado una carta al presidente de Bolivia en la que manifiesta "sentimientos de vergüenza y consternación" y una firme promesa de trabajar con el Gobierno del país sudamericano para acabar con los abusos sexuales contra menores cometidos por el clero.
La misiva, firmada el 31 de mayo y dirigida al presidente de Bolivia, Luis Arce, es una respuesta a otra carta enviada al Pontífice el pasado 22 de mayo por el mandatario sudamericano. La carta del Papa se hizo pública el 16 de junio a través de la cuenta de Twitter oficial del presidente boliviano.
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"Estimado Señor Presidente: He leído su carta y le agradezco la claridad y deferencia con la que me comparte la preocupación, indignación y repudio, suyos y de los ciudadanos de esa querida Nación, a causa de los deplorables hechos que han afectado y siguen afectando a personas abusadas sexualmente por miembros de la Iglesia", indica el Papa al inicio de su mensaje.
Luego, expresa todo su dolor: "Ante la maraña de maldad provocada por aquellos que, traicionando su misión de padres, pastores y educadores -y que como Usted expresa-, cometieron 'delitos que dañan de por vida a niños y niñas, y que también dañan a la Iglesia', le manifiesto mi dolor y mis sentimientos de vergüenza y consternación".
En abril de 2023, un escándalo sacudió a la Iglesia en Bolivia cuando un informe del diario El País señaló al fallecido jesuita Alfonso Pedrajas Moreno como autor de varios abusos contra menores durante su ministerio. Esta revelación llevó a la exposición de varios casos de abusos en la Compañía de Jesús y en otras congregaciones religiosas.
En otro punto de la carta, el Papa revela sentirse "conmovido e impresionado" al pensar "en las acciones nefastas de esos sacerdotes y también en la negligencia de quienes tendrían que haber vigilado".
En ese sentido, recuerda que los "ministros de la Iglesia deben ser 'custodios' y garantes del bien y del futuro de las jóvenes generaciones, y destacarse por propagar las actitudes y sentimientos que han caracterizado la presencia de Jesús entre los hombres".
"Esta problemática sigue siendo uno de los desafíos más grandes para la Iglesia de nuestro tiempo", argumenta el Papa.
El Santo Padre también manifiesta al presidente Arce su "firme deseo de responder con la promesa de la total disponibilidad de la Iglesia para trabajar junto con el Gobierno de su país".
"Pido al Señor que nos ayude a cumplir con generosidad nuestro deber de reparar las injusticias y a ser siempre fieles a la tarea de proteger a quienes son los predilectos de Jesús", concluye.
Por su parte, el presidente Arce agradeció en Twitter la respuesta del Pontífice, "en la que comparte nuestra gran preocupación, indignación y repudio a los casos de pederastia" en el país.
Además, el jefe de estado insiste en la necesidad de "fortalecer el control para evitar que sacerdotes extranjeros con antecedentes de delitos sexuales ingresen al país".