Este sábado 25 de marzo el Papa Francisco aceptó la renuncia de un obispo alemán que tenía un importante papel en el polémico Camino Sinodal y que había estado bajo el foco de la atención por su manejo de acusaciones de abusos sexuales en su diócesis.
El Camino Sinodal es un controvertido proceso de varios años que comenzó en diciembre de 2019 y en el que participan obispos y laicos de Alemania para tratar temas como el ejercicio del "poder", la moral sexual, el sacerdocio y el papel de las mujeres en la Iglesia.
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Mons. Franz-Josef Bode se había negado anteriormente a renunciar, pese a que un informe sobre abusos concluía que había gestionado mal los casos en su diócesis en el noroeste de Alemania.
La Santa Sede anunció hoy que el Papa Francisco aceptó la renuncia del Obispo de Osnabrück, informó CNA Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI. Antes del anuncio del sábado no había indicios de que Mons. Bode hubiera ofrecido su dimisión.
El obispo de 72 años ha sido vicepresidente de la Conferencia Episcopal Alemana desde 2017.
El obispo Georg Bätzing, presidente del episcopado alemán, comentó: "Hoy pierdo a mi compañero más cercano en el Camino Sinodal, que todavía tiene muchas etapas por delante".
Hace sólo dos semanas, Mons. Bode saltó a los titulares al anunciar que aplicaría las resoluciones aprobadas en el controvertido proceso, incluida la introducción de la bendición litúrgica de uniones homosexuales. Antes se había mostrado a favor de ordenar diaconisas.
En una declaración publicada este sábado, Mons. Bode afirmó: "En los casi 32 años de mi ministerio episcopal, casi 28 de ellos como Obispo de Osnabrück, he cargado con la responsabilidad en una Iglesia que no sólo ha traído bendiciones, sino también culpas".
"Especialmente al tratar casos de violencia sexual por parte del clero, durante mucho tiempo yo mismo tendí a centrarme más en los perpetradores y en la institución que en las víctimas", admitió el Prelado.
"Juzgué mal los casos, a menudo actué con indecisión, tomé muchas decisiones equivocadas y no estuve a la altura de mi responsabilidad como obispo", aseguró.
Hasta hace dos meses, Mons. Bode se negó repetidamente a dimitir, a pesar de que un informe provisional sobre abusos, publicado el 20 de septiembre de 2022, concluía que había gestionado mal los casos de abusos en la diócesis que dirigió desde 1995.
El informe provisional, de 600 páginas, se titulaba "Violencia sexual contra menores y personas vulnerables por parte del clero en la diócesis de Osnabrück desde 1945".
Según el informe, en las primeras décadas de su mandato, Mons. Bode mantuvo "repetidamente" en sus cargos a personas acusadas de abusos o las nombró para otros puestos, incluidas tareas de dirección en la pastoral juvenil.
En diciembre, un órgano consultivo de víctimas de abusos sexuales pidió que se iniciaran procedimientos canónicos contra el obispo.
Las víctimas señalaron que presentaron una queja oficial en Roma, haciendo referencia al documento Vos estis lux mundi, emitido en 2019 y actualizado hoy por el Papa Francisco, que tiene como objetivo proporcionar normas y procedimientos para abordar el manejo de los abusos sexuales en la Iglesia.
En un comunicado que acompaña a la denuncia, las víctimas pidieron al Arzobispo de Hamburgo, Mons. Stefan Heße, que tome "medidas concretas" contra Mons. Bode.
Además de Bode, otros obispos alemanes que han sido acusados de mala gestión de casos de abusos son el iniciador del Camino Sinodal, Cardenal Reinhard Marx, el presidente del Camino Sinodal, el obispo Georg Bätzing –sucesor de Marx como presidente de la Conferencia Episcopal– y el arzobispo de Hamburgo, Mons. Heße.
Todos ellos han permanecen hasta ahora en sus cargos.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA