Durante una audiencia en la Sala Regia del Vaticano, el Papa Francisco pidió a los miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) seguir trabajando conjuntamente para erradicar el hambre, e indicó que una de las causas de este flagelo es la falta de compasión.
La reunión se realizó en el marco de la 41° Conferencia General de la FAO que se organiza en Roma del 22 al 29 de junio de 2019.
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Al inicio del discurso el Santo Padre felicitó al nuevo Director General de la FAO, Qu Dongyu, y saludó a las demás autoridades presentes.
En su mensaje, el Papa Francisco llamó a "seguir trabajando conjuntamente para profundizar e incrementar, con responsabilidad y determinación, los esfuerzos dirigidos a alcanzar los objetivos 1 y 2 de la Agenda 2030 y así erradicar con mayor rapidez y fuerza los complejos, graves e inaceptables flagelos del hambre y de la inseguridad alimentaria".
El Papa reconoció que el objetivo "Hambre Cero" en el mundo "es todavía un gran desafío, aun cuando se debe reconocer que en los últimos decenios se ha visto un gran avance".
"Para combatir la falta de alimento y de acceso al agua potable, es necesario actuar sobre las causas que las provocan. En el origen de este drama se halla sobre todo la falta de compasión, el desinterés de muchos y una escasa voluntad social y política a la hora de responder a las obligaciones internacionales", criticó.
Luego, recordó que la falta de alimento y agua "no es un asunto interno y exclusivo de los países más pobres", sino que concierne a cada ser humano.
"Todos estamos llamados a escuchar el grito desesperado de nuestros hermanos y a poner los medios para que puedan vivir, viendo respetados sus derechos más básicos. Uno de los medios que está a nuestro alcance es la reducción del derroche de alimentos y de agua; para ello la educación y la sensibilización social es una inversión tanto a corto como a largo plazo; pues las nuevas generaciones pasarán este testigo a las futuras, sabiendo que este drama social no puede ser tolerado por más tiempo", resaltó Francisco.
En otro momento, el Papa Francisco destacó el problema migratorio y su conexión con la inseguridad alimentaria. Explicó que el aumento del número de refugiados ha provocado una problemática mundial que debe ser atendida.
Por tal motivo, el Santo Padre recomendó "promover un desarrollo agrícola en las regiones más vulnerables", tanto "invirtiendo y desarrollando tecnologías" como "ideando políticas innovadoras y solidarias para el desarrollo".
"La FAO, como también otras organizaciones internacionales, son actores idóneos para coordinar medidas perentorias e incisivas que aseguren a todos, particularmente a los más pobres, el acceso a los bienes básicos", resaltó.
Añadió que este tipo de entidades debería "estar acompañadas por el compromiso de los gobiernos, las empresas, el mundo académico, las instituciones de la sociedad civil y las personas individuales".
"El esfuerzo conjunto de todos logrará hacer realidad las metas y compromisos asumidos a través de programas y políticas que ayuden a la población local a adquirir responsabilidades con su propio país, con sus comunidades y, por último, con sus propias vidas", acotó.
Finalmente, el Papa Francisco reafirmó "el compromiso de la Santa Sede a cooperar con la FAO, apoyando el esfuerzo internacional hacia la eliminación del hambre en el mundo y garantizando un futuro mejor para nuestro planeta y para la humanidad entera".
"Que Dios los bendiga en sus trabajos y desvelos en favor de un auténtico progreso de nuestra gran familia humana", concluyó.