En su nueva columna semanal titulada "Todas la criaturas del creador", Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos) destaca la figura de la sierva de Dios Dorothy Day, a quien considera un referente para el llamado de la Iglesia a defender la vida y la dignidad del ser humano.
Dorothy fue una periodista de izquierda que abortó por miedo de perder a su amante y tras su conversión dedicó su vida a evangelizar y defender a los pobres y marginados.
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Day nació en Nueva York en 1897. Asistió, pero no se graduó, a la Universidad de Illinois. En 1916 comenzó a trabajar en Chicago como corresponsal para publicaciones izquierdistas. En sus artículos escribía sobre el amor libre, el aborto, el feminismo, entre otros.
Luego de su conversión lanzó una revista católica llamada "The Catholic Worker" donde informaba sobre las injusticias contra los obreros, la situación de pobreza, el trabajo infantil, la explotación laboral de los negros, etc. También realizó un voto de pobreza. Actualmente se encuentra en proceso de beatificación.
Con la ayuda de su testimonio Day pudo dirigirse con empatía a las mujeres que atravesaban las mismas circunstancias al haberse sometido a un aborto.
"Desde su tierno enfoque, ella nos da un modelo para nuestra propia predicación y ministerio; nos enseña cómo hablar sobre este delicado tema de una manera que ponga de manifiesto el perdón, la reconciliación y la sanación", comenta al respecto Mons. Gómez.
El Prelado añadió que una de las frases pronunciadas por Day deben convertirse en el lema pro-vida: "Hagan espacio para los niños, no se deshagan de ellos".
Por otro lado, la sierva de Dios reconocía la dignidad de cada ser humano porque comprendía el parentesco espiritual de cada persona, sin distinción, al ser todos hijos del Padre Creador.
"No podemos dejar de reconocer el hecho de que todos somos hermanos. Ya sea que un hombre crea o no en Jesucristo, en su encarnación, en su vida aquí con nosotros, en su crucifixión y resurrección; ya sea que un hombre crea o no en Dios, sigue siendo un hecho que todos somos hijos de un mismo Padre", decía Day.
Mons. Gómez señala que ella también pedía a todos los fieles que derroquen a los falsos ídolos del individualismo, del racismo, de la carne, del mercado y del nacionalismo porque estos impiden reconocer la sacralidad de la vida.
"Dorothy Day nos recordó también que como políticas públicas, el aborto y el control de la natalidad son ´pecados sociales´, crímenes contra la creación y contra nuestra común humanidad. Ella creía en que el ´control de la natalidad y el aborto son un genocidio´ contra la gente pobre y perteneciente a las minorías".
El Prelado concluyó invitando a imitar la conducta de Dorothy Day y a contribuir a una nueva cultura de la vida.
"Entonces, continuemos con nuestra misión; la misión de construir la nueva cultura de la vida en nuestros tiempos. Trabajemos por abrir los ojos de la gente a la belleza de la creación, a la belleza que hay en cada vida humana, y también a la fuente de toda vida en el amor de nuestro Creador".
Para leer la columna completa haga clic en el siguiente enlace: https://www.aciprensa.com/josegomez/438/