El Papa Francisco expresó su profundo dolor por el ataque contra una catedral en República Centroafricana que dejó más de 40 muertos, entre ellos dos sacerdotes.
"Con dolor me enteré de la noticia del ataque ocurrido hace unos días en un campo de desplazados en la República Centroafricana, en el que han sido asesinados dos sacerdotes", dijo el Santo Padre tras el rezo del Ángelus en el Vaticano.
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"A este pueblo tan querido para mí, donde abrí la primera Puerta Santa del Año de la Misericordia, expreso toda mi cercanía y mi amor".
"Recemos por los muertos y heridos y para que cese toda violencia en ese amado país que tiene tanta necesidad de paz. Recemos juntos a la Virgen", dijo el Papa, tras lo cual todos los fieles en la Plaza de San Pedro rezaron un Ave María.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) informó que la catedral de Alindao (República Centroafricana), fue atacada por un grupo de rebeldes ex Seleka el 15 de noviembre, quienes asesinaron a decenas de refugiados, la mayoría cristianos, entre ellos el Vicario General, P. Blaise Mada, y otro sacerdote que sería el P. Célestin Ngoumbango, de la parroquia de Mingala.
El grupo armado responsable de la masacre sería el llamado Unidad para la paz en Centroáfrica (UPC), dirigido por Ali Darassa.
Según señalan medios locales, en los últimos ocho meses otros tres sacerdotes han sido asesinados por los grupos armados en la República Centroafricana: Desiré Angbabata, muerto en marzo; Albert Toungomalet Baba, en mayo; y Firmin Gbagoua, en junio.