Dos sacerdotes católicos de raza negra reflexionaron esta semana sobre el pecado del racismo y la importancia de rezar, ayunar y abogar por la sanación, pues "Dios nos invita a ser parte de la solución".
El P. Joshua Johnson, párroco de Our Lady of the Holy Rosary Catholic Church en la Diócesis de Baton Rouge (Luisiana), le dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que ha estado alentando durante años la oración por la cura del racismo.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
La muerte de George Floyd el 25 de mayo a manos de la policía de Minneapolis provocó protestas en todo el mundo.
El P. Johnson , quien fue ordenado hace seis años, dijo que un amigo le envió el video del arresto. Comentó que no solo vio a un hombre negro al ver a Floyd agonizando, sino que vio a un hombre cristiano, un miembro del cuerpo de Jesucristo.
Además, el presbítero calificó de "traumatizante" al verlo morir ante la cámara diciendo "no puedo respirar, mientras llamaba a su madre".
"Como cristiano, como sacerdote católico, no puedo ver que eso suceda y no ser afectado y no llorar, no estar triste, no experimentar enojo", dijo.
El P. Johnson fue policía, era capitán del Departamento de Policía de Baton Rouge y contó que tuvo la oportunidad de colaborar con la policía local durante todo su sacerdocio.
"Sin embargo, eso no cambia el hecho de que cuando no estoy usando mis atuendos clericales, la gente en la sociedad no me ve como el P. Josh, me ven como otro hombre negro", aseguró.
El P. Johnson dijo que él, como muchas personas de color, ha sufrido acoso por parte de la policía en el pasado.
"[George Floyd] pudo haber sido yo. No puedo no pensar así, porque he tenido experiencias negativas", dijo.
"Es doloroso. Es muy, muy doloroso ver eso, y es aún más doloroso para las personas simplemente ignorarlo, para los católicos simplemente ignorarlo y decir: 'Oh, sí, fue malo, pero otras cosas también son malas'. Es como, no, detengámonos. Como discípulos de Jesucristo, detengámonos y lamentémonos juntos de que uno de nuestros hermanos, uno de los amados hijos de Dios haya sido asesinado. ¿Podemos simplemente parar y llorar juntos y no descartar su vida como si no fuera nada? Estamos hablando de esta vida", añadió.
Según El P. Johnson, durante demasiado tiempo la mayoría de los católicos no han estado atentos al racismo o han estado demasiado arraigados en una mentalidad política de izquierda o derecha sobre el tema.
El sacerdote dijo que, además de hablar, escribir y predicar sobre estos temas durante años, ha estado constantemente orando y ayunando por el fin del racismo.
Unas semanas antes de que los oficiales de Minneapolis mataran a George Floyd, el P. Johnson había estado invitando a los oyentes de su podcast a rezar un Rosario por la reconciliación racial.
"Finalmente, esta es la primera vez en mi vida, que varios católicos se han reunido y lo han decidido: 'Vamos a reconocer que hay un problema y vamos a reconocer que Dios nos está invitando a ser parte de la solución'", resaltó.
"Si los discípulos de Jesucristo pudieran unirse, entonces podríamos ser utilizados por Dios para combatir este mal que acaba de causar tanto daño al cuerpo de Cristo y a los hombres y mujeres hechos a imagen de Dios en los Estados Unidos. Cualquier esfuerzo para combatir el racismo debe comenzar en el corazón, con oración", aseguró.
También dijo que a través "de oraciones", "ayuno", "escuchando y aprendiendo cosas que no sabíamos, y colaborando entre nosotros" se puede "derribar y reformar y transformar estos sistemas que continúan perpetuando la división en el Cuerpo de Cristo".
El P. Johnson dijo que su aliento hacia la oración ha generado comentarios positivos de personas de fe, especialmente de personas blancas, y muchos se dieron cuenta "de que podían hacer algo". Asimismo, enfatizó el poder de la penitencia y el ayuno como una forma de sanar el Cuerpo de Cristo.
También conversó con CNA el P. James Boddie, párroco de Christ the King Catholic Church en Jacksonville, Florida, quien ha sido sacerdote por 42 años.
Christ the King es una comunidad muy diversa. Además de muchos afroamericanos, como el P. Boddie, hay un gran número de vietnamitas, hispanos, familias de Haití, de África y también muchos feligreses blancos.
Al igual que el P. Johnson, la primera reacción de este sacerdote al ver el video de la muerte de Floyd fue horror y un deseo inmediato de orar.
"Inmediatamente oré por el señor George Floyd, por su familia y por el departamento de policía. Las acciones de unos pocos policías no ensombrecen a todo el departamento de policía, pero esas personas que actuaron de esa manera fueron simplemente... era inimaginable", dijo el P. Boddie.
Cuando ingresó al Seminario Menor St. John Vianney en Miami en la década de 1970, era el primer seminarista afroamericano de Florida que estudió allí.
El P. Boddie recuerda de primera mano el movimiento de derechos civiles de la década de 1960. De hecho, su padre estuvo involucrado en esfuerzos de derechos civiles en el área de Jacksonville.
"Trabajó muy duro en la comunidad, abordando esos problemas y trabajando con otros... ya sea para la desegregación de escuelas o problemas que afectan a la comunidad afroamericana, pero también problemas que afectan a la comunidad en general, porque hay muchos problemas que la única forma de abordar realmente es que toda la comunidad se una", comentó.
Por otra parte, dijo que cuando las protestas comienzan a volverse violentas, es necesario volver a centrarse en los problemas.
"Cuando comencé a ver la violencia y la destrucción, fue cuando sentí que se comenzó a perder el foco. ¿Por qué esa destrucción? ¿Por qué grupos particulares están destruyendo la propiedad de las personas, sus medios de vida?", dijo sobre lo que sucede en varias ciudades estadounidenses.
"Concéntrense de nuevo sobre la razón por la cual están marchando: para abordar el tema del racismo, el problema de la injusticia, pero también hacerlo de manera pacífica e involucrando a todos los miembros de la comunidad y no yendo hacia la destrucción de la propiedad, la quema de edificios, porque eso es contrario a todo", agregó.
El P. Boddie también sugirió que los católicos lean la carta pastoral contra el racismo de los obispos de los Estados Unidos de 2018, Open Wide Our Hearts.
"Mi esperanza es que todos se unan, todos se unan como uno solo, identificando que sí, esto es un problema. Este es uno que no podemos ignorar", concluyó.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA. Kate Olivera contribuyó a esta historia.