A principios de septiembre un portal científico informó sobre las investigaciones que se realizan a unas ruinas arqueológicas descubiertas en 2014, y que serían los restos de una basílica del siglo IV que quedó sumergida en un lago de Turquía luego de ser destruida por un terremoto.
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El descubrimiento fue dado a conocer el 5 de septiembre por el portal Live Science. Según se indicó, la investigación de las ruinas de la basílica sumergida en el lago Iznik de Turquía comenzó en 2014. Señalaron que podría convertirse en 2019 en el primer museo arqueológico subacuático de ese país.
La investigación comenzó cuando el jefe del departamento de arqueología de la Universidad de Uludag, profesor Mustafa Sahin, se dio cuenta de la existencia de la iglesia al revisar unas fotografías aéreas de la zona.
Según explicó Sahín al portal Live Science, la antigua iglesia se encuentra a unos tres metros bajo el agua y a unos 50 metros de la orilla del lago Iznik, ubicado en la provincia de Bursa.
Los estudios arrojan que la iglesia de estilo romano, conocida como basílica, se construyó en la orilla del lago alrededor del año 390 d. C., cuando Iznik era conocida como Nicea y Estambul como Constantinopla, el centro oriental del Imperio Romano.
En el año 740 d.C., un terremoto destruyó la iglesia, que más tarde se hundió bajo la superficie del lago. Los arqueólogos también piensan que debajo de la iglesia puede haber un templo pagano dedicado al dios greco-romano Apolo.
Sahín y el equipo del Museo de Arqueología de Iznik comenzaron a realizar excavaciones subacuáticas en la iglesia desde 2015. Los hallazgos más importantes incluyen varias tumbas humanas ubicadas debajo de la pared donde se reunía el clero.
Además, se encontraron varias monedas que datan de los reinados de los emperadores romanos Valente (que gobernó desde 364 a 378 d.C.) y Valentiniano II (quien gobernó desde 375 hasta 392 d.C.), lo que demuestra que la basílica fue construida después del año 390 d. C.
El arqueólogo de la Universidad de Uludag cree que la basílica estaba dedicada a San Neófito, quien murió en Nicea a mano de los romanos en el año 303 d. C., durante el reinado del emperador Diocleciano.
La ciudad de Nicea se hizo famosa en todo el mundo cristiano en el año 325 d.C., cuando el emperador Constantino convocó al primer concilio de la Iglesia para determinar las creencias fundamentales de la religión, las que luego promovió a lo largo del Imperio Romano pagano.
Debido al valor histórico del hallazgo Sahin y el alcalde de Bursa, Alinur Aktas solicitaron que el sitio se establezca como el primer museo arqueológico subacuático de Turquía. De aprobarse el proyecto, la construcción podría comenzar este año y se abriría al público en 2019.
El proyecto incluye una torre de 20 metros de altura para ver las ruinas desde la orilla del lago, una pasarela en el agua sobre del sitio sumergido y una habitación subacuática con paredes de vidrio frente a la nave de la basílica. Además, se llevaría adelante un club de buceo para que las personas puedan explorar de cerca las ruinas.