Este viernes 8 de marzo México también sufrió vandalismo de colectivos feministas en dos iglesias emblemáticas del centro de la capital luego de que pintaran sus fachadas con frases exigiendo "aborto legal".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El acto de vandalismo fue denunciado a través de redes sociales con fotografías de las estructuras afectadas del Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús y el Templo de San Francisco, ambos ubicados en el Centro Histórico de la Ciudad de México, catalogado como Patrimonio de la humanidad desde 1987.
Aquel día, el sacerdote mexicano P. Emmanuelle Cueto Ramos, quien se encontraba a pocos metros en la Catedral de Ciudad de México, también se vio afectado por turbas de manifestantes que lo insultaron en plena calle.
El presbítero salió de la Catedral alrededor de las 7:00 p.m. tras una larga jornada de confesiones, cuando se topó con una multitud que llevaba pancartas con mensajes como: "Es mi cuerpo", "aborto legal, gratuito y seguro", "yo decido", entre otros.
"Como el carro lo había dejado a un par de calles, en medio de la confusión en que me encontraba, comencé a cruzar el zócalo. Pero ¿Qué creen? iba vestido de negro, con camisa clerical y en cuanto iba cruzando tranquilamente, un grupo pequeño de mujeres y hombres comenzaron a gritarme 'cura maldito'", entre otros improperios, lamentó el sacerdote en un mensaje publicado en su cuenta de Facebook.
Al término de su texto, el presbítero indicó que guardó silencio para evitar confrontación. Luego, pensó: "Estas mujeres piden tolerancia y son las menos tolerantes".
"Casi al finalizar el zócalo, me percaté de las miradas de odio hacia mí y pensé para mí: '¿En qué nos hemos convertido como sociedad? En una sociedad asesina, infanticida'. Y me llené de tristeza ver a señoras de la tercera edad con pancartas con leyendas arriba mencionadas. ¡Qué triste que nuestro país viva una situación tal!", concluyó el P. Cueto.