El P. Kenny Fernández Delgado, sacerdote de la provincia cubana de Mayabeque, llamó a los "dictadores y tiranos de hoy que se arrepientan" de sus malas obras como lo quiere Dios y "que se abran al diálogo con todos los sectores de la sociedad, como mejor salida a la crisis que vivimos".
El sacerdote dijo estas palabras durante la Misa del domingo 3 de enero, en el que la Iglesia local celebró la Epifanía del Señor.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En homilía el P. Fernández explicó que Herodes se sobresaltó cuando escuchó del nacimiento de un nuevo rey y deseó asesinarlo.
"El Niño Rey es mostrado como luz de las naciones al ser iluminado por la estrella. El rey Herodes, en cambio, se muestra como falso adorador del nuevo Rey y quiere apagar esa luz porque prefiere la oscuridad, la maldad", señaló en su homilía que también compartió en su cuenta de Facebook.
El P. Fernández señaló que Jesús se manifestó "como rey espiritual, por encima de todo rey político porque gobernará eternamente. Pero sus enseñanzas son la mejor base para la construcción de una sociedad justa a los ojos de Dios. Herodes en cambio se manifiesta como rey político" cuyo "liderazgo es terrenal".
Jesús "vino con su propia vida a manifestar el amor, la verdad, la justicia, la libertad de pensamiento, conciencia y expresión, para todos, no solo para un grupito. El rey Herodes manifiesta que es capaz de hacer lo que sea para mantenerse en el poder: miedo, odio, mentira, y toda clase de maldades. Incluso matará a un grupo de niños menores de dos años de edad, en Belén y sus alrededores, todo para mantenerse en el poder", indicó.
Tras señalar que Jesús es "el principal de este mundo", el sacerdote explicó que el Hijo de Dios vino "para que todos los reyes y pueblos se arrepientan de sus malas obras y se conviertan y se decidan a amar a Dios por sobre todas las cosas, y amar a todos como Cristo nos ha amado".
"El Hijo de Dios quiere que los gobernantes busquen el bien común y no solo el de sus partidarios y amigos. Quiere que cada pueblo se construya con todos y para el bien de todos, porque en el amor de Dios nadie está excluido", afirmó.
Sin embargo, Herodes "quiere eternizarse en el poder y por eso desequilibra el bien común a favor de su propio bien y el de sus partidarios y amiguitos, y al pueblo le da lo que sobra, si acaso".
"Cualquier parecido con la realidad actual que sufrimos, ¿es pura coincidencia? Al que le sirva el sayo, que se lo ponga", expresó el sacerdote cubano.
"Hoy en el nombre de Jesús les pedimos a todos los seguidores del rey Herodes –porque Herodes se murió, pero tiene seguidores–, los dictadores y tiranos de hoy que se arrepientan, que se conviertan de sus malas obras porque eso quiere Dios, que se conviertan y vivan. Lo dice la Biblia en el libro de Ezequiel, y en otros lugares lo dice la Biblia", señaló.
"Les pedimos a los seguidores de Herodes que pongan la patria y la bandera por encima de ellos mismos y de cualquier partido o movimiento social. Y que se abran al diálogo con todos los sectores de la sociedad, como mejor salida a la crisis que vivimos", afirmó.
En su homilía, el P. Fernández dijo a los fieles que "cuando hay contradicción insalvable entre lo que dice Jesús y lo que dice un gobernante de este mundo, hay que escoger lo que dice Dios".
"Le decimos al pueblo en nombre de Jesús y apoyados en la Biblia que si guarda silencio ante las injusticias de un gobierno, cualquiera que sea, será cómplice de las injusticias de este gobierno, y ante Dios tendremos que responder porque si callamos ante la corrupción gubernamental, somos cómplices. Si callamos ante el maltrato, el hostigamiento, la tortura y el encarcelamiento de los que piensan diferente al Gobierno: somos cómplices. Si apoyamos un acto de repudio a los que piensan o se expresan diferente al Gobierno, somos cómplices", señaló.
Además, indicó, "si callamos ante las mentiras de la televisión y los medios de comunicación, o nos prestamos para divulgar las mentiras de otros, somos cómplices. Si guardamos silencio ante una injusta subida de precios, si no protestamos ante unas injustas tiendas en las que se vende en una moneda que nadie puede adquirir con su salario, y cualquier otra injusticia que exista o pueda existir, somos cómplices".
El sacerdote, graduado del Seminario de San Carlos y San Ambrosio en La Habana, recordó que para los católicos "sólo Dios es inmortal", y que la historia demuestra que "ningún gobernante, ningún partido, y ningún sistema es inmortal".
En su homilía invitó a los fieles a hacer "el compromiso de romper la cadena de miedo, mentira, división y silencio cómplice que nos esclaviza. Esa cadena la romperemos con la fuerza del amor, la verdad, la unidad, y protestando sin violencia, sin rencor, amparados por la luz sagrada del Niño Jesús".
"¿Qué es lo que quiere Dios de los gobernantes cubanos?, ¿qué es lo que quiere Dios del pueblo cubano?, ¿qué es lo que quiere Dios de los cristianos cubanos? Escuchemos la voz de Dios y adorémoslo" y "alabémoslo", concluyó.