El P. Ibrahim Alsabagh contó su experiencia en Siria y subrayó la importancia de los cristianos en la reconstrucción del país, insistió en que "el gran desafío de Siria es la reconciliación" y aseguró que "si Jesucristo ha resucitado y ha vencido la muerte y al mal, significa que también puede hacer lo mismo por Siria".
El sacerdote franciscano Ibrahim Alsabagh vive en Alepo (Siria) y ha publicado el libro "Un instante antes del alba. Crónicas de guerra y de esperanza desde Alepo" en el que cuenta cómo ha vivido los últimos años de la guerra en Siria.
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En la rueda de prensa de presentación en Madrid (España) el religioso y sacerdote pidió "poner en el centro el centro el sufrimiento de las personas" y recordó la importante aportación de los cristianos a la reconstrucción de Siria, a pesar de ser una minoría.
Según explicó el sacerdote, este libro fue escogido para ser leído durante las comidas en los últimos ejercicios espirituales del Papa Francisco y la curia. "El Papa le dijo al predicador franciscano que en algunos momentos no había podido tragar el bocado, por el gran sufrimiento que están teniendo en Alepo", aseguró el P. Ibrahim.
En una entrevista concedida a ACI Prensa, el P. Ibrahim explicó que "lo que vemos con los ojos del cuerpo, con la lógica y la sabiduría humana es que la guerra es larga y que no se acabará fácilmente. Es un país destruido, sin recursos y dañado".
Sin embargo hizo un llamamiento a la esperanza porque "lo que vemos con la óptica de la fe, en donde siempre hay esperanza, es que si Jesucristo ha resucitado y ha vencido la muerte y al mal, significa que también puede hacer lo mismo por Siria. Por eso no perdemos la esperanza de que se pueda vivir en paz en Siria".
A pesar de que el 26 de diciembre de 2016 se firmó una tregua entre las distintas fuerzas armadas, la ciudad de Alepo y todo el país se encuentra destruido. "Durante la Navidad celebramos una Misa por todos los mártires, que son cientos, los de Alepo, los de Siria y los de todo el mundo. También hay muchísimas personas que se encuentran con heridas físicas y psicológicas, quienes están mutilados y quienes ya no pueden dormir sin fármacos…", afirmó el sacerdote.
Una violencia que ha sufrido toda Siria, pero que en algunos casos estaba dirigida principalmente contra los cristianos. "Sin duda toda la sociedad ha sufrido mucho la violencia, pero también hay signos de ataques directos a cristianos porque hay zonas que eran cristianas que han sido destruidas totalmente".
Un instante antes del alba, del Padre Ibrahim. Ya disponible en librerías y https://t.co/WtUn2po0hg pic.twitter.com/LAa6puacAd
- Ediciones Encuentro (@EEncuentro) 10 de abril de 2017
El P. Ibrahim sabe que el futuro no es sencillo para nadie en el país, pero para los cristianos, como minoría se presenta "especialmente nublado". Sin embargo, el sacerdote animó durante la entrevista concedida a ACI Prensa a "no afrontarlo con desesperación, sino ponernos a trabajar porque nosotros creemos en que quien dicta la Historia no son los fundamentalistas ni tampoco nosotros mismos, sino en Dios, el dueño de la Historia que ha cuidado la presencia cristiana en Siria como una planta débil y podrá hacerla crecer a pesar de todas las dificultades".
Una fe que le lleva a dar el primer paso en la reconstrucción de la sociedad y del país, porque según afirmó: "El gran desafío de Siria como pueblo es la reconciliación" y ante la división presente en el país asegura que es un papel fundamental de los cristianos "responder con espíritu de perdón".
Por eso insiste en que el mensaje que deben transmitir los cristianos en Oriente Medio es claro: "Debemos testimoniar los valores que tenemos, nuestra fe cristiana tiene los valores más altos de caridad, de perdón… No hay que esconderlos, sino que hay que vivir estos valores a pesar de todo el sufrimiento. No podemos desanimarnos, hay que abrir el corazón a pesar del dolor y no cerrarnos en el egoísmo. Ser anunciadores de los grandes valores que tenemos en el cristianismo".
"Los cristianos somos una minoría en modo absoluto en Siria, somos pocos e intentamos hacer lo que podemos. Pero la experiencia que hemos tenido los últimos años, hemos visto que podemos hacer mucho por el bien de todo el país. Los resultados positivos nos animan a seguir adelante, a nivel del diálogo, de las ayudas humanitarias , de testimonios por la paz …", aseguró a ACI Prensa el franciscano.
El P. Ibrahim también pidió ayuda internacional para superar las dificultades por lo que insistió en "animar a los gobiernos a que acojan a las personas en dificultad, pero con discernimiento, con prudencia sabiendo que quien llega al país ama al pueblo que le acoge" pero también apuntó a la necesidad de "crear las condiciones necesarias para que la gente no tenga que huir de sus países de origen.
También denunció la gran cantidad de dinero que mueve el tráfico de armas. "600 millones de dólares para el tráfico de armas siempre me hacen pensar… Siempre he pensado: ¡Dadme tan sólo un millón de estos para ayudar a que florezca de nuevo Oriente Medio".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 17 de noviembre de 2016