La Corte Suprema de Justicia de Argentina confirmó el 30 de septiembre la condena del médico Leandro Rodríguez Lastra, sancionado por evitar un aborto en 2017 y salvar la vida de un bebé de 23 semanas de gestación y de su madre.
Fue el 4 de octubre de 2019 cuando el Tribunal de Justicia de Río Negro condenó al ginecólogo a un año y dos meses de prisión en suspenso, y a dos años y cuatro meses de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
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La defensa de Rodríguez Lastra presentó un recurso de queja ante el máximo tribunal, pero "ni siquiera profundizaron en el tema para investigarlo, simplemente lo desestimaron", criticó el abogado Damián Torres.
El abogado explicó que con la resolución firmada por los ministros Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti, Carlos Rosenkrantz y Elena Highton, "la sentencia queda firme".
Torres explicó a ACI Prensa que "dentro de todo lo malo, como la pena es en suspenso, el doctor no va a ir preso y solo queda inhabilitado de ejercer su profesión en los cargos públicos". En el sector privado, podrá continuar con su profesión.
El abogado dijo que junto al médico ginecólogo volverán a revisar el tema y no descartan acudir a algún organismo internacional.
Comprometido con la defensa de los médicos provida, Damián Torres anunció que en diciembre de este año lanzará un libro que habla sobre la objeción de conciencia.
El libro quiere orientar a los profesionales de distintas áreas sobre la libertad de objeción de conciencia ante el aborto y la ideología de género.
"Esta será una herramienta para ayudar a más personas y evitar así que haya más Rodríguez Lastra", sostuvo Torres.
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El caso de aborto en Cipolleti
El ginecólogo Leandro Rodríguez Lastra fue condenado por evitar un aborto en 2017, que salvó la vida de la madre y de su hijo de 23 semanas de gestación.
En abril de 2017, la joven madre de 19 años de edad llegó con fuertes dolores al Hospital Pedro Moguillansky de la ciudad de Cipolleti, luego de haber ingerido misoprostol administrado por la organización La Revuelta para intentar un aborto clandestino.
Rodríguez Lastra, que estaba como médico de turno, intervino cuando la paciente llegó con riesgo de muerte, con más de cinco meses de embarazo. El bebé pesaba unos 500 gramos. El ginecólogo no realizó el aborto porque, además de terminar con la vida del niño, ponía en riesgo a la madre.
El ginecólogo estabilizó a la madre y cuando el bebé cumplió siete meses y medio de gestación, la junta médica dispuso que diera a luz por cesárea. Finalmente, el recién nacido se dio en adopción.