El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, junto a autoridades eclesiales, políticos y representantes de varios movimientos católicos, rezaron durante la consagración del país al Inmaculado Corazón de María.
La consagración fue proclamada por el obispo de la Administración Apostólica San Juan María Vianney, Mons. Fernando Rifan, el martes 21 de mayo a las 2:00 p.m. (hora local) en el Palácio do Planalto (Palacio del Altiplano), sede del Poder Ejecutivo del Gobierno Federal brasileño.
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Según medios locales el acto fue ideado por el diputado Eros Biondini junto a la Congregación Mariana y otros grupos católicos.
El ministro jefe de la Secretaría General de la Presidencia de la República, Floriano Peixoto, fue el encargado de firmar la consagración. Éste afirmó al medio TV Canção Nova que por deseo del presidente, todas las dependencias públicas del palacio son "espacios donde se profesa la fe cristiana".
Por su parte, Mons. Rifan dijo que la consagración "significa que Brasil pertenece a Dios".
También se informó que la imagen de la Virgen de Fátima que estuvo durante el acto se quedará en el Palácio do Planalto.
Si bien el presidente Bolsonaro no profesa la fe católica, en varias ocasiones se ha declarado respetuoso y cercano a la Iglesia Católica. Los fieles católicos representan la mayoría de cristianos en Brasil.
En Twitter el hashtag #OrePeloBrasil, que se refierió a la consagración, ocupó uno de los primeros lugares en la red social el lunes 20 de mayo.