40 Hermanas de la Cruz, del convento de Santa Ángela de la Cruz de Sevilla (España) se encuentran en cuarentena después de que se confirmara un brote de COVID-19 en este monasterio.
Al ver el aumento de los casos en el convento, se realizó una inspección de sanidad y finalmente se ha decretado el confinamiento del lugar. Las religiosas que han dado positivo se encuentran aisladas del resto.
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Según informa el diario ABC, en el convento viven unas 50 ó 60 hermanas y que no se ha podido detectar el origen del brote porque las religiosas y novicias están en permanente contacto con enfermos, ya que su vocación es cuidarlos y atenderlos en sus domicilios.
"Esta enfermedad es la cruz del mundo, y nosotras somos las hermanas de la cruz", aseguraron las religiosas al diario ABC.
Sin embargo, no es el único convento que se ha tenido que clausurar en Sevilla por el COVID-19. El Convento de Madre de Dios fue confinado al contagiarse todas las religiosas que viven en él, aunque desde el 2 de octubre fueron dadas de lata al haber superado la enfermedad.
Las autoridades sanitarias también confinaron el monasterio de Santa Paula donde dieron positivo en coronavirus 19 religiosas. Aunque en la actualidad la situación en este convento está controlada.
Sin embargo, durante el tiempo de confinamiento no han podido trabajar en el obrador donde producen dulces para su venta, que es el principal sustento económico de esta comunidad religiosa.
Por eso, la superiora del convento de Santa Paula, la hermana Tiyama Irimpan pidió oraciones para volver pronto a la normalidad y animó a que una vez superada la enfermedad y la cuarentena los ciudadanos acudan al convento para visitar el museo y también para adquirir alguna de las mermeladas, cuya venta es el principal sustento económico de estas religiosas.