"Señor juez, yo soy un médico. Y mi trabajo consiste en curar, a veces; aliviar, a menudo; acompañar, siempre. Pero matar nunca", expresó el médico argentino Leandro Rodríguez Lastra este 24 de septiembre durante el alegato por el juicio en su contra.
El 21 de mayo, el Tribunal de Río Negro declaró culpable al médico ginecólogo por "incumplimiento de deberes de funcionario público" ya que evitó un aborto en 2017, salvando así la vida del bebé de 23 semanas de gestación y de su joven madre de 19 años de edad.
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La joven llegó con fuertes dolores al Hospital Pedro Moguillansky de la ciudad de Cipolleti luego de haber ingerido misoprostol administrado por la organización La Revuelta.
Durante el juicio se presentaron las pruebas y testimonios del caso y este 23 y 24 de septiembre se dio lugar a los alegatos, donde cada una de las partes argumentó su postura para que el juez determine, la próxima semana, la sentencia que deberá cumplir Rodríguez Lastra.
Una vez que se dicte la sentencia, las partes podrán apelar.
La parte acusatoria pidió un año y ocho meses de prisión y el doble de tiempo de inhabilitación para el ejercicio de la medicina por "haber interrumpido un aborto legal en curso".
También exigió la prohibición de acercamiento, a menos de cien metros, de la víctima; fijar domicilio; presentarse cada 15 días en el patronato y realizar un curso de consentimiento informado para conocer el procedimiento y protocolo del aborto y formarse en perspectiva de género en el área de la salud.
El fiscal Santiago Márquez Gauna acusó al médico de poner su voluntad "por encima de la voluntad de la paciente" y de faltar a la ley. "No le pidió su consentimiento para hacer todo lo que hizo" e impidió un aborto ya iniciado, dijo.
Además lo acusó de dejar en la mujer una cicatriz de la cesárea practicada que "le va a recordar toda su vida el calvario que tuvo que pasar".
En respuesta, Leandro Rodríguez Lastra señaló que "el fiscal alude respeto en cuanto a mi accionar. Mi respeto. Ese precisamente bajo el cual se cuadra mi voluntad siempre. Respeto a mi mujer, respeto a las embarazadas, respeto a la salud, respeto a la vida. Así como lo ordena el juramento hipocrático".
Asimismo, expresó su indignación "ante una situación en la que estoy bien seguro de no haber vulnerado derecho alguno". Además, advirtió que el grupo que actuó "al margen de la ley" y por la cual recibió a la paciente, violó el ejercicio de la medicina y aún "no hay proceso alguno".
"Indignación al ver que este caso tan delicado se trata en la prensa sensacionalista y obsecuente que hace eco de las declaraciones de personas que nulo conocimiento tienen de la cuestión a discutirse", añadió.
En su discurso explicó que están "ante una asimetría en la cual se evidencia lo que me reprocha el fiscal como soberbia, que pareciera ser autorreferencial. El mismo fiscal es el que me acusa de imponerme a través de mi imposición de poder. ¿Imposición de poder?", cuestionó.
En ese sentido, cuestionó que el fiscal juzgará desde el "desconocimiento de la farmacología, la medicina, la práctica de una guardia. ¿No es un acto de soberbia?".
"No hubo ningún profesional médico que cuestionara mi conducta médica. Pero el doctor (en referencia al fiscal) sí lo hizo. Respeto sus conocimientos del derecho pero no tienen ningún respaldo académico para hacerlo", aseveró.
"Estoy a la merced de los caprichos de una persona con poder, cuya declaración, que más que declaración, fue un vergonzoso acto de campaña que no aportó nada a la causa. Qué puedo hacer sino calmar ese despropósito y sonreír", sostuvo.
"Es tan difícil darse cuenta que ante una paciente que trae una ambulancia, que tiene un suero, que tiene medicación cuya vida está en peligro uno tiene que priorizar su salud, ¿es tan difícil?".
"Se habla de capacitarme en conocimiento informado", "se me reprocha del daño que recibió la paciente quien no llegó a esta situación por mí sino por la intervención de todo un sistema de salud y quedó probado que hasta el Ministerio había actuado".
"Señor juez, yo soy un médico. Y mi trabajo consiste en curar, a veces; aliviar, a menudo; acompañar, siempre. Pero matar nunca", finalizó el médico.
En diálogo con ACI Prensa, el doctor Rodríguez Lastra insistió en la importancia de "seguir adelante con estas convicciones y seguir adelante con nuestro mensaje: que el valor que está por encima de cualquier cosa es la vida".