Una oración que data del siglo XII puede resultar muy útil para pedir el cuidado y la dirección del ángel de la guarda que Dios ha confiado a cada persona.
En esta plegaria se puede pedir también al ángel custodio que uno "jamás ofenda a Dios".
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La oración ha sido recopilada por la Enciclopedia Católica de ACI Prensa (EC), que recuerda que desde 1608 el Papa Pablo V extendió la celebración de la Fiesta de los Santos Ángeles Custodios a toda la Iglesia universal.
Sin embargo, precisa, hay registros de que ya en el siglo IX se celebraba en Inglaterra a los ángeles de la guarda.
La Enciclopedia Católica indica que "en la Biblia la palabra ángel significa 'mensajero', un espíritu purísimo que está cerca de Dios para adorarlo, y cumplir sus órdenes y llevar sus mensajes a los seres humanos".
"En el siglo II el gran sabio Orígenes señalaba que 'los cristianos creemos que a cada uno nos designa Dios un ángel para que nos guíe y proteja'", añade.
La EC destaca, además, que "en el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio, que no es Pedro en persona y exclaman: 'Será su ángel'".
A continuación, el texto completo de la oración:
Ángel del Señor, que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián, custodiame en este día (o en esta noche) ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos, para que jamás ofenda a Dios Señor. Amen.