El Arzobispo Emérito de Santiago de Chile, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, descartó presentar acciones judiciales respecto a la filtración de los correos entre él y el actual Arzobispo de la ciudad, Cardenal Ricardo Ezzati, publicados en un diario digital, y afirmó que "me impacta el ejemplo de Jesucristo, que no hizo nada en defensa propia".
"Sinceramente nunca he tenido la tendencia de interponer querellas", expresó el Prelado al diario El Mercurio a través de un mail desde la ciudad de Monterrey, en donde se encuentra participando en el VI Congreso Eucarístico de México.
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Las declaraciones del Cardenal Errázuriz se dieron a conocer dos días después de que el Arzobispado de Santiago emitiera un comunicado en el que consideró como "grave la publicación de correos privados" en el diario digital El Mostrador ese mismo 9 de septiembre, junto con informar que en los próximos el Cardenal Ezzati se pronunciará sobre este tema en un diario de circulación nacional.
Los correos electrónicos divulgados en la prensa datan de junio de 2014 y se refieren al posible nombramiento del polémico sacerdote jesuita Felipe Berríos -que sostiene diversas posturas contrarias a la doctrina católica- como capellán del Palacio de Gobierno; y la nominación de Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima, como miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores.
Esta filtración de correos sucede luego que el Arzobispado de Santiago desmintiera las acusaciones de algunos que afirman que el Cardenal Errázuriz encubrió los abusos de Karadima, algo que el mismo Prelado ha negado públicamente.
Frente a esta situación, el Presidente del Área Educación de la Conferencia Episcopal de Chile y Obispo de Temuco, Mons. Héctor Vargas, expresó al diario La Tercera que "no sé qué más va a seguir en todo esto, pero creo que hay también una intencionalidad clara de buscar el más mínimo, la más mínima información para sacar conclusiones rápidas, apresuradas y, además, condenatorias. Me parece muy poco serio y responsable".
"Primero hay que tener el todo y sólo entonces sacar algunas conclusiones, pero en este momento no hay razones para sacar conclusiones (...) me parece que se han seguido los protocolos que tiene la iglesia universal y chilena, con harta transparencia", sostuvo.
Asimismo, el Obispo de Copiapó (norte de Chile), Mons. Celestino Aos, indicó al mismo medio que "no conozco el contenido de los correos, pero me parece que las conversaciones y lo que uno puede tener en la vida privada son de la vida privada, y si en Chile no aprendemos a respetar la vida privada de los demás, no hay convivencia posible".
Añadió que "la pregunta es cuál es el Chile que queremos construir; ¿uno donde haya descalificaciones, insultos, donde no se respete la vida, donde no se respete la privacidad? O queremos construir un Chile donde haya justicia, donde nos respetemos, donde colaboremos y podamos confiar unos en otros. Ese es el problema y el mensaje".